2024 NO.36
MenuRecorriendo Japón
En Echizen se producen algunos de los mejores papeles washi de Japón. Visite un paisaje impregnado de una artesanía con mil años de historia.
A unas tres horas desde Tokio en el Hokuriku Shinkansen se encuentra la estación de Echizen-Takefu de la ciudad de Echizen, en la prefectura de Fukui, que se inauguró en la primavera de 2024. La ciudad descansa en un valle rodeado por tres lados de montañas y fue una vez centro del poder político como kokufu, o capital provincial. La ciudad sirve como puerta de entrada a la región de Hokuriku desde Kioto, disfrutando de un floreciente intercambio de personas y mercancías que con el paso de los siglos dio origen a una cultura singular y a un conjunto único de industrias propias.
Huellas de estas tradiciones pueden encontrarse a través de los templos, santuarios y vecindarios. Pero, para aprender debidamente sobre la historia y cultura locales, es obligado conocer el papel washi de Echizen, llamado echizen washi. Su impresionante calidad aparece mencionada en documentos antiguos del siglo VIII. En el periodo Edo (1603-1868), los documentos oficiales de los nobles de la corte y de los líderes militares shogunes se escribían en papel echizen hosho, el papel echizen washi de mayor calidad. Más tarde, este papel fue usado para los billetes y las pinturas japonesas, y aún hoy día Echizen es conocida por producir algunos de los mejores papeles washi de Japón.
El centro de la producción del papel echizen washi es el distrito de Goka, donde está el Santuario de Okamoto-Otaki Jinja, que está consagrado a Kawakami Gozen, la diosa del papel. En las calles del distrito de Goka todavía se encuentran hoy día 50 artesanos del washi. El primer lugar que se debe visitar es el Museo del Papel y la Artesanía de Udatsu. Ubicado en un edificio del siglo XVIII, el museo invita a los visitantes a observar de cerca el proceso de elaboración del washi. La corteza de árbol usada en la elaboración del papel se hierve para ablandarla, se limpia de impurezas, se golpea para que se suelten las fibras, se mezcla con una substancia llamada neri extraída de la planta llamada aibika, y se coloca en una cubeta sukibune. Un marco de madera llamado sugeta se mueve a través de la mezcla con un suave movimiento de balanceo hasta que el marco se llena de una lámina de pulpa. A continuación esta lámina se retira del sugeta y se pone a secar para que se convierta en una hoja de papel washi. El espectáculo de los artesanos del papel, con las manos sumergidas en agua fría, meciendo hábilmente su sugeta, ha sido aquí común desde tiempos antiguos.
Yanase Ryozo Seishijo usa técnicas artesanales tradicionales para confeccionar el echizen washi, pero con un toque moderno. Este washi, al que se le da forma usando moldes, es tan flexible que puede utilizarse como papel de envolver y para cubiertas de libros. El taller invita a los visitantes a probar suerte con sus propias manos en el proceso de fabricación del papel, una oportunidad que no querrán perderse.