Los kanzashi se hacen en una gran variedad de materiales y diseños. Algunos modelos incluyen (1, 3) ramitos de flores elaborados en metal y adornados con perlas; (2) adornos de seda decorados con flores; (4) una hortensia estilizada tan fácil de llevar como un pasador para el pelo; (5) un adorno elegante y refinado que incorpora pájaros elaborados en laca y oro; y (6) una sola flor de cerezo hecha de seda. Para un toque especial en este otro (7), las perlas que cuelgan del kanzashi se mecen al andar, creando un toque de encanto a cada paso.

Los kanzashi son adornos para el pelo que tradicionalmente llevan las japonesas. Aún hoy día cuando se visten con kimono para las danzas nihon-buyo o los festivales de bon-odori, las bailarinas se colocan un kanzashi como toque final a los tradicionales peinados recogidos y al moño que dejan a la vista el cuello del kimono.

Se dice que las horquillas ornamentales existen desde el siglo VIII. Más tarde se puso de moda que las mujeres llevaran el pelo suelto, y los kanzashi dejaron de usarse durante algunos siglos. No fue hasta el periodo Edo (1603-1868) cuando estos adornos para el pelo se popularizaron entre el gran público. Como la mayoría de las mujeres llevaban el pelo recogido, los kanzashi se convirtieron en un accesorio de moda esencial. Se sucedieron nuevos modelos uno tras otro, incorporando flores y aves elaborados artesanalmente con metal, piedra, madera, tela y papel, entre otros materiales.

Hoy en día, con kanzashi menos caros hechos de plástico y cristal también disponibles, estos tradicionales accesorios ya no están reservados para los días especiales, sino que también se pueden llevar como toque decorativo con peinados cotidianos.