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2021 NO.30

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Los colores de Japón que penetran en el alma

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Los colores de las ciudades

El cerezo llorón de Iwataro tiene más de 100 años.

Situado en la región de Chubu (centro de Japón), Gero tiene una diferencia de altitud de alrededor de 2.800 metros entre el norte y el sur de la ciudad. Esto permite contemplar durante aproximadamente un mes las zonas de la ciudad que desde finales de marzo se van tiñendo una tras otra con los colores de las flores de cerezo. Hay numerosos árboles que desde tiempos remotos mantienen vínculos íntimos con la comunidad, incluyendo el “cerezo llorón de Iwataro”, que, según se dice, fue nombrado así en honor a la persona que lo plantó, y el “Nawashiro- Zakura”, de más de 400 años, que recibió ese nombre por la legendaria costumbre de esperar su florecimiento, ya que esa es la señal para empezar a preparar los semilleros de arroz (nawashiro).

El rosa de
los cerezos

 

Gero
(prefectura de Gifu)

Fotos proporcionadas por la ciudad de Gero, prefectura de Gifu

En el Festival de Tanokami (deidad de los arrozales), conocido como un evento que anuncia la primavera, los jóvenes bailan usando coloridos hanagasa, es decir, sombreros decorados con flores.

Ouchi-juku en invierno, con su nieve deslumbrante.

En el aire frío, la silueta suavemente inclinada de los techos de paja cubiertos de nieve hace a la gente entrar en calor. Ouchi-juku aún conserva vestigios de su pasado como “pueblo de posta”, donde los viajeros descansaban durante sus largos trayectos, con casas alineadas a lo largo de una carretera en un paisaje que no ha cambiado en más de 400 años. A fin de preservar el legado de esta región para las futuras generaciones, esta localidad creó un estatuto de residentes que incorpora tres principios: “no vender, no alquilar y no demoler” y, en un intento por conservar el paisaje, la comunidad también hace esfuerzos para aprender y transmitir las técnicas del techado.

*En diciembre de 2020, las “Competencias, técnicas y conocimientos tradicionales vinculados a la conservación y transmisión de la arquitectura de madera en Japón” quedaron inscritos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. Esta categoría incluye el techado de paja.

El blanco
de la nieve

 

Ouchi-juku
(prefectura de Fukushima)

Foto proporcionada por la Asociación de Turismo de Ouchi-juku

Bajo el mando de artesanos conocidos como kayate, todos los residentes cooperan en la renovación de los techos de paja.

En la calle Kojima Jeans Street, cuya longitud es de aproximadamente 400 metros, se alinean uno al lado del otro los establecimientos de productores locales, entre otros.

La calle Kojima Jeans Street es una presencia excepcional en la ciudad de Kurashiki, que da al mar interior de Seto, en la región oeste de Japón. Se le conoce como el primer lugar que produjo jeans en Japón y hoy en día sigue siendo un centro artesanal digno de confianza. El añil se superpone y se impregna pacientemente una y otra vez a través de la repetición del proceso compuesto por la inmersión de la tela en el tinte, el exprimido y la exposición al aire para oxidarla. Se dice que este azul, teñido con maestría, tiene profundidad, resiste la decoloración y es duradero.

El añil

 

Kojima
(prefectura de Okayama)

Fotos proporcionada por la Cámara de Comercio e Industria de Kojima y JAPAN BLUE Co., Ltd.

Foto: PIXTA

Un artesano del añil tiñe los hilos de urdimbre que se utilizarán en los telares manuales para los jeans.