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2021 NO.30

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Los colores de Japón que penetran en el alma

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Los colores de las ciudades

Yakushima, con su hermosa vegetación, es conocida por ser el hábitat de un tipo de cedro autóctono de Japón.

En Yakushima la gente puede descubrir bosques místicos de color verde intenso cubiertos por el musgo. Al pasar de una altitud de 500 metros, por aquí y por allá empiezan a aparecer los cedros Yakusugi (ejemplares a los que se define en la isla como cedros que han vivido más de 1.000 años). Se dice que entre los cedros Yakusugi verificados, el famoso cedro Jomon es el más antiguo, con una edad que se calcula entre los 2.000 y los 7.200 años. Muchos animales autóctonos, entre ellos los monos de Yakushima, habitan esta tierra de eterno verdor.

El verde

 

Yakushima
(prefectura de Kagoshima)

Monos de Yakushima reposando a la orilla del camino.

El paisaje urbano marrón oscuro rebosa encanto.

Narai-juku, donde se alinean unas 300 casas, es uno de los pueblos de posta más extensos de Japón. En la era Edo (1603 – 1868), esta localidad prosperó gracias a los viajeros que iban y venían por la carretera Nakasendo a lo largo del río Narai, en la prefectura de Nagano, situada en la región central de Japón. Su paisaje urbano se extiende aproximadamente un kilómetro, con edificaciones color marrón de peculiar estilo arquitectónico que combinan funcionalidad y arte, y que transmiten una sensación profunda e imperecedera.

El marrón de
la madera

 

Narai-juku
(prefectura de Nagano)

Foto proporcionada por la ciudad de Shiojiri, prefectura de Nagano

Todos los años se celebra en junio la representación de una procesión de vasijas en las que se llevaba té Uji de Kioto para obsequiarlo a los shogun durante la era Edo.

El santuario Fushimi Inari es un símbolo de Fushimi.

Esta localidad, donde se encuentra el santuario Fushimi Inari, célebre por sus relucientes puertas torii de color bermellón que parecen extenderse hasta la eternidad, también es famosa como uno de los principales lugares de producción de sake de Japón. La elaboración del sake requiere enormes cantidades de agua y Fushimi, que tiene abundantes manantiales naturales de alta calidad, es el telón de fondo de numerosas leyendas relacionadas con el agua. Cuando el kanzukuri (elaboración de sake en frío) alcanza su punto culminante en el invierno, el pueblo se impregna con el cálido aroma del arroz humeante que emana de las destilerías.

El bermellón

 

Fushimi
(prefectura de Kioto)

Foto proporcionada por Gekkeikan Sake Co., Ltd.

Foto: PIXTA

El producto en proceso de fermentación antes de convertirse en sake se le llama moromi (pulpa de sake). Su fermentación tarda alrededor de 20 a 30 días.