
2022 NO.32
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Un viaje virtual a través de Japón
Árboles con historias
En Japón muchos árboles son personificados y adorados, y un elevado número de grandes árboles antiguos son venerados como dioses, ya que se cree que los árboles albergan espíritus.
①Fukushima
Miharu Takizakura
Miharu Takizakura (árbol de cerezo en forma de cascada), un cerezo llorón de más de 1.000 años, recibe ese nombre por su floración semejante a una cascada, con flores que brotan de las ramas que se extienden desde su tronco de 13,5 metros de altura. En tiempos recientes, más de 400 descendientes, algunos de más de 200 años de antigüedad, han sido hallados en un radio de 10 kilómetros de su árbol progenitor, y sus retoños han sido llevados a lugares remotos para florecer ahora por todas partes del mundo. (Foto: PIXTA)
②Tochigi
La Dama de Odashirogahara
En este humedal catalogado en el Convenio de Ramsar se yergue un único abedul blanco llamado la Dama de Odashirogahara por su elegante presencia. El bosque, con su infinidad de colores en las diferentes estaciones, sirve de escenario para esta noble dama cuando da la bienvenida a los visitantes que vuelven para verla una y otra vez. (Foto: Aflo)
③Tokio
Yogo no Matsu, Templo de Zenyoji
Un pino negro japonés de más de 600 años de antigüedad, Yogo no Matsu, se alza a ocho metros de altura. Con ramas que se extienden a lo largo de unos 31 metros, de este a oeste, y unos 28 metros, de norte a sur, este magnífico árbol proyecta una sensación de divinidad acorde con su nombre, Yogo (que significa “los dioses y Buda se manifiestan”). (Foto: PIXTA)
④Shizuoka
Miho no Matsubara
Un enclave excepcionalmente pintoresco de arena blanca y pinos verdes, Miho no Matsubara está inscrito como parte del Patrimonio de la Humanidad del monte Fuji. La conocida leyenda del pescador que encontró un manto de plumas de una doncella celestial colgado de un árbol en Miho no Matsubara y pidió una danza antes de devolverlo es también el tema de una representación teatral de noh. (Foto: photolibrary)
⑤Gifu
Jingu Birin
Ise Jingu, en la prefectura de Mie, es el santuario más importante de todo Japón. Cada 20 años el divino palacio del santuario es reconstruido, y se celebra la ceremonia del Shikinen Sengu para marcar la renovación. El ciprés presentado en esta ceremonia viene de Jingu Birin, un bosque natural en las montañas de Gifu. Dándoles tiempo a que crezcan con la menor intervención humana posible, los árboles de este bosque crecen robustos y hermosos. (Foto: Oficina de Gestión del Bosque de Tono)
⑥Wakayama
Kumano Kodo Daimonzaka no Okusu
Un lugar declarado como Patrimonio de la Humanidad, Kumano Kodo es un camino de peregrinación que ha sido recorrido por infinidad de fieles durante más de mil años. El robusto crecimiento de los árboles da al tramo de sendero montañoso llamado Nakahechi, que se encuentra en la ruta, un aire particularmente sagrado. Entre los árboles destaca Okusu (laurel alcanforero sagrado), con sus 800 años de edad, ubicado a la entrada Daimonzaka para dar la bienvenida a los peregrinos. (Foto: PIXTA)
⑦Tottori
Bosque de Kobara Jinja (Kyaku Jinja)
Aposentado tranquilamente en medio de campos de arroz, este agradable bosquecillo captura la imaginación como una escena de la película de animación de Studio Ghibli, Tonari no Totoro (“Mi vecino Totoro”). Lo que se encuentra ahí es realmente un pequeño santuario rodeado de pasanias, acebos y otros árboles enormes. Este lugar se ha convertido en un destino popular tras haberse dado a conocer en una página web. (Foto: Aflo)
⑧Fukuoka
Dazaifu Tenmangu Tobiume
Según la leyenda, cuando la trágica figura política y literaria Sugawara Michizane (845 – 903) fue enviado desde Tokio a Kyushu, evocó en un poema al amado árbol de ciruelo que dejaba atrás, haciendo que el árbol volara hasta él en Kyushu. Este árbol, Tobiume (literalmente “árbol volador”), se encuentra frente al pabellón principal del Santuario de Dazaifu Tenmangu, donde se venera a Michizane. Aquí aparece en plena floración primaveral. (Foto: PIXTA)
⑨Kagoshima
Yakushima Jomon Sugi
Atribuyéndole entre 2.000 y 4.000 años de antigüedad, con un tronco de 16,4 metros de perímetro y un contorno de raíces de 43 metros, es el más grande de los cedros japoneses autóctonos de la isla de Yakushima y parece ser el más viejo. Se piensa que el árbol ha desarrollado su forma baja y robusta resistiendo a los frecuentes tifones que azotan la isla. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993. (Foto: Takahira Yuuki)