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2018 NO.24
Las festividades japonesas a lo largo del año
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Fiestas para los niños
Hace tiempo, cuando los niños caían enfermos con más frecuencia, muchas festividades estaban dedicadas a los niños, con el fin de hacer votos por su salud y crecimiento. Muchas de estas fiestas aún se celebran por todo Japón en la actualidad.
Fotos por cortesía de la Asociación de Turismo y Productos Locales de la prefectura de Tochigi, ciudad de Ashikaga, Comisión de Educación de la Municipalidad de Oga, Museo Mochigase Nagashibina, Kyodo News
Una plegaria impresa en la frente del niño
Fiesta de Hatsuyama
Una expresión comunal para expresar el deseo de que los niños gocen de buena salud y tengan un buen crecimiento. Se celebra cada primero de junio, el día del inicio de la temporada de montañismo, en el Santuario de Ashikaga Fuji Sengen-jinja, de la prefectura de Tochigi, en el norte de la región de Kanto. Los recién nacidos son presentados en el santuario, donde haciendo uso de una llamativa estampilla roja se les imprime un inofensivo sello de tinta en la frente.
El objeto principal de veneración del santuario es el monte Fuji, y el nombre del festival, hatsu (primero) yama (monte), alude a que es la primera vez que muchos de los niños visitan este santuario en la montaña. En tiempos antiguos, cuando muchos niños sufrían por las inundaciones, las hambrunas y las epidemias que se producían, estandartes con imágenes de dragones eran ondeados al viento en la montaña que el santuario veneraba, y esto, así decía la leyenda, ayudaba a proteger a los niños del lugar de todo mal. Así es como comenzó el festival. Cuando la marca de tinta deja su impresión en las pequeñas frentes, algunos niños se quedan callados, pero otros muestran su sorpresa y protestan un poco.
Los buenos espíritus ahuyentan la pereza
Namahage
Mientras el namahage ahuyenta la pereza de los niños, los miembros de la familia hacen como que protegen a sus niños del namahage.
En Noche Vieja, en la ciudad de Oga, prefectura de Akita, en la región de Tohoku, jóvenes de la localidad disfrazados de ogros van de casa en casa dando gritos en el dialecto local: “¿Hay algún niño por aquí que llore mucho?” o “¿Algún niño de aquí es desobediente con sus padres?”. Estos “ogros”, conocidos localmente como namahage, llevan grandes máscaras y atuendos de paja tradicionales mino, así que no es extraño que su visión asuste a algunos niños y les haga llorar.
Sin embargo, lo único importante para la gente en donde se sigue esta costumbre es que los namahage son en realidad buenos espíritus que llegan para prevenir tanto a niños como a adultos contra la pereza, y a otorgar bendiciones para una buena salud, recoger una buena cosecha en los campos y un abundante suministro de alimentos del mar y de las colinas, y asegurar la buena suerte y la felicidad para el nuevo año. Los hogares que visitan los namahage están abiertos a darles la bienvenida amablemente con comida y sake hechos según recetas transmitidas de generación en generación.
Buena salud para las niñas
Nagashi-bina
Un fiesta para expresar el deseo de que las niñas tengan buena salud y gocen de felicidad, que se celebra cada año en abril. En Mochigase-cho, en la ciudad de Tottori, prefectura de Tottori, frente al Mar del Japón, los muñecos flotan río abajo en una tradición que se llama mochigase no nagashi-bina. Los muñecos de papel, que representan un hombre y una mujer, se colocan en una barquilla redonda hecha de paja trenzada, decorada con flores de melocotón o decoraciones similares, y luego se colocan sobre las aguas del río Sendai, para que fluyan corriente abajo.
Desde los comienzos de esta tradición, hace unos 400 años, los muñecos, hechos normalmente de papel, se frotan sobre el cuerpo de una persona de forma que las desgracias e infortunios sean transferidos a los muñecos, y luego al río una vez los muñecos se pongan a la deriva en sus aguas. Actualmente, las niñas, con sus mejores vestidos de fiesta, se reúnen en la orilla el día de la fiesta y, junto con sus hermanas y otros miembros de sus familias, depositan los muñecos sobre la corriente de agua. La escena es bastante colorida, como corresponde a una fiesta para niñas.
Halloween: Un momento de diversión para jóvenes adultos
Halloween, la noche del 31 de octubre, es conocida por ser una ocasión para que los niños se vistan con disfraces pavorosos y vayan de puerta en puerta por el vecindario. La costumbre comenzó hace mucho tiempo en Europa para pedir por una buena cosecha en otoño y alejar los malos espíritus. Desde más o menos el año 2010 ha crecido en popularidad también en Japón, aunque es sobre todo seguida por los veinteañeros y treintañeros que disfrutan del “cosplay”, disfrazándose para divertirse.
En Tokio, la gente joven se reúne en zonas animadas de la ciudad como Shibuya y Roppongi, vestidos de personajes de ficción, a veces de anime, y recorren las calles que se convierten en un lugar de fiesta. Sus fotos terminarán probablemente en una red social, y los bares y restaurantes se unen al ambiente para que la gente pueda divertirse.
Puntos de venta especiales en los grandes almacenes muestran disfraces, junto con accesorios de maquillaje. La creciente importancia económica de esta moda aumenta de año en año.