2019 NO.27

Los Juegos Olímpicos llegan a Tokio

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Ganando reconocimiento en el mundo del deporte a nivel global
Artes marciales japonesas

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El kárate aparecerá por primera vez como deporte oficial olímpico en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Mientras tanto, el judo ha ganado una inmensa popularidad en todo el mundo desde su debut en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964. Este artículo explora el atractivo de las artes marciales japonesas tradicionales, a medida que se abren a influencias exteriores y continúan evolucionando como deportes de competición.

空手 Karate

Izquierda: Shimizu Kiyou, dos veces ganadora del título de kata femenino en el Campeonato Mundial de Kárate.
Foto: Mutsu Kawamori / Aflo
Derecha: Kiyuna Ryo, tres veces ganador del título de kata masculino en el Campeonato Mundial de Kárate.
Foto: Abaca / Aflo

Las artes marciales refinadas en bellas formas kata

El kárate evolucionó como un arte marcial que se practicaba con las manos desnudas. Teniendo como origen un arte marcial autóctono de Okinawa llamado te (“mano”, que se pronuncia “tii” en idioma okinawense), el kárate surgió a través de una fusión con varias técnicas chinas. Con el paso del tiempo, se desarrolló gradualmente hasta alcanzar una mayor sofisticación en su propio lugar de nacimiento, Okinawa. Alrededor de la década de 1920, el kárate se extendió por todo Japón. A los emigrantes japoneses se les atribuye el papel de haberlo difundido por todo el mundo. Actualmente, el kárate se ha convertido en un idioma común compartido por una comunidad internacional de más de 2 millones de practicantes en Japón y 130 millones en todo el mundo.

El kárate está compuesto por técnicas ofensivas que usan todo el cuerpo, tales como golpes directos e indirectos con el puño y patadas, así como técnicas defensivas para contrarrestar los ataques. El propósito de estas técnicas no es el de abatir al oponente, sino principalmente el de defenderse de los enemigos. Esta es la razón por la que las técnicas de kárate y su entrenamiento contemplan situaciones en las que uno tiene que derrotar a varios oponentes que atacan desde todas las direcciones, a la vez que uno se defiende.

Como un deporte recién incluido en el programa olímpico para Tokio 2020, el kárate tendrá dos modalidades. Una de ellas es kata, que literalmente significa “formas” y hace referencia a las series detalladas de movimientos de este deporte. En esta modalidad, los competidores entrarán solos en el tapiz y cada uno hará una demostración de su kata. Se les calificará por la fuerza expresiva de sus técnicas desde el punto de vista del grado de formación y maestría que demuestren. El resultado de la competición se determinará en base a las puntuaciones que les asignen los jueces. Además de la precisión técnica, se añadirán puntos por el espíritu y la actitud, la fuerza y la velocidad de la secuencia de los movimientos; en otras palabras, el nivel de realismo que demuestre el competidor, como si se estuviera enfrentando con un oponente en una situación de la vida real.

El kata se considera como una acumulación de las técnicas corporales que se usan en el kárate. Los kata han sido refinados por las generaciones precedentes de karatecas. Es necesario comprender el significado de las técnicas que componen cada kata —las técnicas ofensivas tales como tsuki (golpes directos) y keri (patadas), así como las técnicas defensivas, tales como uke (bloqueos)— para poder transmitir el verdadero espíritu de un kata. El karateca aprende a realizar un kata practicando con una firme determinación, como si se estuviera enfrentando con un adversario en la vida real, y entrenándose con persistencia a diario, sin descuidar el más mínimo aspecto técnico.

La segunda modalidad, kumite (combate), es una prueba que adopta la forma de un combate real en la que dos oponentes se enfrentan en la zona de competición. Se les asignan puntos por la aplicación de técnicas, realizadas de una forma correcta y de una manera apropiada, en partes del cuerpo específicas del contrincante. El kumite se caracteriza por sus dinámicas técnicas de ataque y de defensa que utilizan tsuki y keri. Rápido y vigoroso, el kumite tiene un atractivo diferente al de la belleza del kata, que es similar al de una actuación.