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2016 No.18
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El asombroso papel de Japón
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El papel en la cultura japonesa
Washi : Tradición y evolución
El papel ha desempeñado una función destacada en la vida cotidiana de Japón, en la que la cultura y el papel convergen de una manera excepcional. En estas páginas le ofrecemos una perspectiva sobre la riqueza cultural del papel en Japón.
De una conversación con Sugihara Yoshinao Fotos: Kuribayashi Shigeki Colaboración: Sugihara Shoten
Primeros inicios
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Una escena de Genji Monogatari Emaki (“Rollo de la historia de Genji”): Yugiri, de una novela que describe la vida de la aristocracia. El rollo fue pintado en el siglo XII. (Propiedad del Museo Gotoh)
Las técnicas de la fabricación del papel llegaron a Japón procedentes de China, según se sabe, a principios del siglo VII. En aquellos tiempos, el papel se hacía de cáñamo. La fibra de cáñamo es muy larga y resistente, y para transformarla en una materia prima adecuada necesita ser cortada y batida, un proceso que conlleva mucho tiempo y esfuerzo. Por lo tanto, al poco tiempo pasaron a usarse fibras de plantas autóctonas como kozo (morera del papel), gampi y mitsumata, cuyas fibras pueden separarse con más facilidad.
Kozo se emplea para hacer un papel flexible pero resistente, gampi para fabricar un producto con una gran consistencia y una superficie lustrosa, y mitsumata para darle al papel un acabado suave y terso. Si uno mira el papel washi al contraluz se puede ver como las fibras están entrelazadas de forma intrincada. Mientras más largas sean las fibras, más se entrecruzan entre ellas, lo que permite crear un papel resistente. La longitud de las fibras de kozo es de unos 10 mm, mientras que las de gampi y mitsumata ambas son de alrededor de 5 mm.
El papel washi es ligero de peso y de una textura suave. Las fibras tienden a entrecruzarse unas sobre otras, lo que posibilita que se formen delgadas capas de aire. Aunque el papel pueda parecer delicado, es difícil de rasgar, lo que permite que pueda utilizarse para muchos fines. En la Historia de Genji, obra que se piensa que fue completada en su forma actual a principios del siglo XI, se incluye este comentario: “El papel extranjero se rasga con facilidad”. Así que incluso en aquellos tiempos la gente era consciente de la resistencia del papel washi.
Su robustez proviene del proceso que se sigue para su fabricación. En el método nagashi-zuki se entretejen fibras vegetales largas para formar hojas uniformes y de alta resistencia. Las fibras se sacuden una y otra vez en una mezcla de agua y una sustancia pegajosa llamada neri, hecha a base de tororoaoi (aibika) o alguna otra planta que tenga propiedades glutinosas. A medida que se van entretejiendo las fibras, el líquido se expulsa haciendo un movimiento repetitivo, hasta que se forma una hoja de papel resistente y uniforme.
La fabricación del papel se extendió por Europa a mediados del siglo XII, aproximadamente, y con el paso del tiempo los artesanos abandonaron el cáñamo para emplear el algodón. Utilizaron el método tame-zuki, en el que se deja escurrir el agua a través del molde, en vez de expulsarla, como se hace en el método nagashi-zuki. Esto es apropiado para fibras cortas que se dispersan bien en el agua, pero el escurrido solo se produce una vez, y esto suele llevar a la fabricación de un papel que se rompe con facilidad y que tiene una calidad desigual.
Una fuente de inspiración para la cultura japonesa
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Una de las Hyakumanto (“1 millón de pagodas”) hechas hace muchos siglos (altura aproximada, 20 cm). Cada pagoda tenía un Hyakumanto Dharani, una tira de papel washi inscrita con una oración budista (abajo). (Colección privada)
Según parece, los artesanos crearon el método nagashi-zuki en el periodo Nara (710-784), cuando la copia y distribución de oraciones en forma de sutras formó parte de una campaña nacional para difundir el budismo. Para este propósito se necesitaba una gran cantidad de papel, lo que fomentó el cultivo de kozo para la obtención de la materia prima, y la divulgación de las técnicas para la fabricación de papel por todas partes del país. Hyakumanto Dharani fue una serie de un millón de miniaturas de pagodas de madera, en la que cada una contenía un rollo de papel impreso con sutras budistas. Aquellos que todavía existen fueron impresos en 770, lo que los convierte en las obras impresas más antiguas del mundo. Podemos pensar que la producción fue tan extensa gracias a que los artesanos ya dominaban las técnicas nagashi-zuki para la fabricación de papel.
Durante el periodo Heian (794-1192), la cultura de la aristocracia floreció. Se crearon las autóctonas letras kana y esto impulsó la lectura y escritura de novelas y poesía waka. Estas muchas veces estaban escritas en papel lujoso para resaltar el contenido, utilizando tintes con tonalidades como murasaki (violeta), ai (índigo) y beni (carmesí). Algunos papeles estaban decorados con polvo de oro y plata.
El periodo Edo (1603-1867) fue la época en que se consolidaron las técnicas de impresión con planchas de madera, que fueron utilizadas no solo por los artistas que trabajaban para el Shogunato, sino también por artesanos que hacían periódicos kawara-ban y estampas ukiyoe impresas con planchas de madera, ambos produciéndose en grandes cantidades. Durante el periodo Edo la gente común ya usaba papel en la vida diaria.
La fabricación de papel washi según el método tradicional. Izquierda: La pulpa líquida se saca y se filtra a través de un tamiz de junco, por medio de hábiles movimientos de manos. Derecha: Las hojas de papel se ponen a secar al sol. (Fotos: Ayuntamiento de la ciudad de Mino, Nakata Akira)
Una parte integrante de la vida
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Un banderín de papel blanco plegado (shide) atado a una puerta torii en el santuario de Shimogamo, Kioto. Los shide sirven de decoración, pero al mismo tiempo son símbolos que señalan un lugar sagrado. De esta manera son similares al arte de papel cortado que se muestra en las páginas 2 y 3. (Foto: Nakata Akira)
El papel washi pasó a utilizarse con diversos propósitos debido a que es resistente, bello y muy versátil.
La arquitectura tradicional de Japón perdería su esencia sin los paneles y puertas corredizas shoji y fusuma. El uso que se hace del papel washi en ellas es notable. El enrejado del shoji se cubre con papel washi, y la suave luz que deja pasar ilumina el interior con un sutil toque natural. Las particiones fusuma están cubiertas de papel decorativo para definir y embellecer el espacio.
El washi se puede hacer impermeable y más resistente con una capa de laca de tanino de caqui o aceite, para la fabricación de recipientes, paraguas y otros productos de uso común, incluso artículos de vestimenta. El washi, tanto cortado en formas creativas, como plegado o pegado, demuestra ampliamente su adaptabilidad:
・En las festividades anuales como cometas tako que se hacen volar en Año Nuevo, gallardetes koi-nobori que ondean al viento en mayo y tiras decorativas de papel para tanabata en verano.
・En juegos tales como karuta y sugoroku.
・Y como ornamentos en los ritos y festivales sintoístas y budistas.
El washi ha llegado a desempeñar muchas funciones en la vida cotidiana de Japón, y muchas de ellas perviven en la actualidad.
Entre los centros de producción de papel washi más conocidos se encuentran los ubicados en la prefectura de Gifu, en los que se fabrica un tipo de washi llamado hon-minoshi; en la prefectura de Shimane, donde se hace sekishu-banshi; y en la prefectura de Saitama, donde se manufactura hosokawa-shi. Estas tres variedades de washi actualmente forman parte de la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. Otras variedades que merecen mención son echizen-washi, de la prefectura de Fukui, un papel de alta calidad que en su tiempo se utilizaba para documentos oficiales de la clase guerrera en la sociedad feudal, y la variedad tosa-shi, de la prefectura de Kochi, que cuenta con una gran diversidad. Estos lugares están bendecidos por la naturaleza con agua abundante y cristalina, que son dos requisitos necesarios para la industria de la fabricación de papel. La necesaria especialización artesanal también ha sido transmitida de generación en generación. La prefectura de Fukui es el único lugar del mundo en el que se le rinde culto a una diosa del papel. Hay un santuario consagrado a ella, y se dice que su protección ha mantenido la industria local hasta la actualidad.
El futuro
El papel washi fabricado manualmente entró en declive en el periodo Meiji (1868-1912), debido a la importación de papel proveniente de fábricas mecanizadas de gran escala en el extranjero. El papel que utilizamos hoy día está hecho con fibras de alrededor de 1 mm de largo, y es de pasta de pulpa de madera solidificada con la ayuda de productos químicos. Esto lo hace adecuado para la producción en serie, pero también hace que sea fácil de romperse y limita los usos que se le pueden dar. El washi puede todavía dar respuesta a muchas necesidades gracias a las técnicas que se emplean en su fabricación y a sus características. Por ejemplo, aunque el papel moneda de Japón es conocido por la avanzada tecnología que se usa para imprimirlo, el hecho de que los billetes incorporan ciertas ventajas del washi es algo menos conocido; los billetes contienen material de mitsumata para un acabado suave y una mayor resistencia, y tienen filigranas desarrolladas por fabricantes de washi para evitar su falsificación.
Con frecuencia, expongo objetos hechos con washi en exhibiciones en el extranjero, en París, Londres, Milán y otros lugares, con el objeto de difundir una mayor apreciación de sus cualidades. Los visitantes se sorprenden de que un material natural pueda utilizarse de tantas maneras diferentes. Mis proyectos más recientes incluyen la combinación de materiales tradicionales de pulpa de madera o rayón, la utilización de maquinaria para reproducir las técnicas manuales y el desarrollo de nuevos tipos de washi para decoración interior e impresoras de chorro de tinta.
Su potencial continúa creciendo. Y no cabe la menor duda de que se desarrollarán nuevas variedades de papel para propósitos desconocidos todavía, manteniéndose fiel a la tradición del washi y a la vez adaptándose a los estilos de vida más modernos.
Sugihara Yoshinao
Presidente de Sugihara Washipaper Inc. Es el décimo en la línea generacional de propietarios de Sugihara Shoten, un mayorista de echizenwashi. Planifica, manufactura y comercializa papel tradicional fabricado a mano, profundamente enraizado en la localidad. A la vez que mantiene la tradición, es un proponente de nuevos tipos de washi para los tiempos modernos, incluyendo papel washi para impresoras de chorro de tinta.