Gimnasia mental entretenida: juegos de ingenio japoneses

(Foto cortesía de © Gakken)
¿Les gusta jugar con juguetes? En Japón existen muchos juguetes didácticos para aprender y desarrollar la capacidad de reflexión mientras se juega. Especialmente en los últimos años, se han popularizado entre los niños japoneses los juegos de ingenio que permiten desarrollar de forma entretenida el pensamiento lógico, la capacidad de concentración, etc. En esta ocasión, presentamos algunos de los más recientes juegos de ingenio populares en Japón.
Evolución de los juguetes didácticos japoneses
Tradicionalmente en Japón han existido juegos didácticos populares entre los niños, como los cubos de madera en que se combinan piezas de distintos colores y formas. Estos permiten desarrollar de forma espontánea la capacidades de expresión y reflexión, al preguntarse qué pasa si ponemos un cubo aquí o cómo hacer para construir una casa. Con los años, tales juguetes didácticos se han vuelto cada vez más variados en tipos y formas de jugar. En especial los juegos de ingenio japoneses que entretienen con la combinación de piezas han evolucionado con la adición de diversos elementos, lo que mantiene el interés de los niños.
Veamos entonces algunos de estos ingeniosos juegos más de moda entre los niños japonses.
¡La idea es desarrollar la capacidad de pensar lógicamente! Juegos de ingenio japoneses
Izquierda: uso de espejos y ángulos para que el reflejo de la luz dé en el blanco. Las piezas que sirven de objetivo son celestes y tienen forma de extraterrestres y cosas parecidas.
Derecha: ejemplo de disposición del juego en nivel difícil. Reflejando la luz en tres espejos se da en el blanco. (Fotos cortesía de © Gakken Miyamoto Mathematics Classroom's KenKen Logic Puzzle y © Gakken)
Este juego de ingenio, desarrollado en conjunto por una empresa y un profesor de Matemáticas, se trata de jugar con el reflejo de los espejos. La idea es apuntarle a un objetivo reflejando en los espejos la luz proveniente de una pieza con forma de cohete. Como hay que pensar dónde ubicar las piezas previendo el reflejo en los espejos, es un juego difícil pero entretenido que obliga a usar la cabeza.
Veamos cómo se juega. Primero, se pone en el tablero la hoja con «el desafío» que queremos jugar.
En la hoja hay marcas con dibujos de extraterrestres azules y rojos, cohetes, astronautas y ovnis. Asimismo, están las piezas con la forma de esas marcas y que son las que reciben la luz.
Izquierda: vista general del tablero con la hoja del desafío. Derecha: parte central del tablero.
A continuación, se ponen las piezas objetivo que tienen la misma forma que las marcas azules dibujadas. Por ejemplo, junto a la marca con forma de extraterrestre, se pone la pieza objetivo correspondiente.
Las piezas con espejos se ponen dentro del marco cuadrado en el centro del tablero. La clave está en ponerlos considerando la dirección de los espejos, para que la luz se refleje y dé en el blanco, o sea, en la pieza objetivo.
Una vez decidida la orientación de los espejos, entra finalmente en acción la luz de la pieza con forma de cohete. En este caso, apuntaremos al objetivo, que en este caso es un extraterrestre. ¿Le daremos en el blanco?
¡Sí! Le damos al extraterrestre con la luz que se refleja en los dos espejos.
Entonces, vamos usando la luz para apuntar a distintos objetivos y comprobar nuestras respuestas.
Este juego genera una sensación de logro en el instante en que la luz da en el blanco. Entonces, nos motiva a enfrentar desafíos más difíciles.
También hay un juego de ingenio inspirado en el laboratorio de Hideyo Noguchi, un famoso científico japonés.
La caja de este juego de ingenio tiene dibujada una ilustración de Hideyo Noguchi, un famoso científico japonés. (Fotos cortesía de © 2024 HANAYAMA CO.,LTD.)
El juego consiste en cumplir misiones trasladando las bolas de un tubo de ensayo a otro. Para resolver los problemas hay que pensar en los distintos pasos a seguir y cómo trasladar las bolas de los tubos. También hay problemas para competir, por lo que podemos entretenernos jugando con la familia o los amigos.
Veamos primero un desafío sencillo. Primero, metemos las bolas en un tubo de ensayo, según la hoja con el desafío. La misión es separarlas por colores en la menor cantidad de movimientos posible.
Primero, pasamos las bolas del tubo de ensayo del medio hacia el de la derecha. ¿Qué podemos hacer ahora para igualar los colores con el mínimo de movimientos?
Probamos moviendo las bolas del tubo de la derecha al de la izquierda, cuidando que no se caigan. ¡Lo logramos!
A medida que avanzamos en la dificultad de los problemas, van saliendo problemas que incluyen números y para los que hay que pensar más. Por eso, incluso a quienes normalmente les cuesta quedarse sentados terminan absortos y entretenidos con este juego que es también visualmente atractivo.
También hay juegos de ingenio que requieren pensar tridimensionalmente para armar la ruta de unas bolitas.
Un niño ubicando las piezas mientras piensa en la ruta que seguirán las bolitas. (Foto cortesía de spoon / KUMON PUBLISHING)
Arriba izquierda: tablero con la posición inicial de las bolitas.
Abajo izquierda: meta con marcas de diez colores predefinidos.
Derecha: el juego es una combinación entre un juego de bolitas y uno de ingenio. Juego que consiste en pensar racionalmente la ruta que seguirán las bolitas. (Fotos cortesía de spoon / KUMON PUBLISHING)
Se preparan dos tipos de piezas según lo escrito en la hoja de desafío y luego se combinan pensando en la ruta necesaria para que las bolitas lleguen a los colores correspondientes en la meta. Una vez apiladas todas las piezas, se dejan caer las bolitas ubicadas arriba. Entonces, la idea es que caigan en su mismo color: por ejemplo, que la bolita roja caiga sobre el color rojo, y la azul, sobre el azul.
Para pensar racionalmente en la ruta de las bolitas, es necesario comprender el mecanismo de las piezas transparentes, con las «que caen en vertical» y de las verdes, con las que «caen en diagonal». Al entender el mecanismo de ambos tipos de piezas, se va logrando resolver cada vez desafíos más difíciles, de dos, tres y cuatro niveles.
Izquierda: pieza transparente por la que las bolitas caen en vertical. Pieza verde, por la que caen en diagonal.
Derecha: las piezas se pueden ubicar combinadas de forma vertical u horizontal. En este ejemplo la bolita amarilla se dejó caer desde el tercer agujero desde la izquierda, por delante. Llegó a la meta ubicada en el segundo desde la izquierda.
Esta serie de juegos también tiene una versión bidimensional. Esta versión 3D más compleja nació por que entre los niños que jugaron la versión bidimensional surgió la demanda de algo más complejo, porque ya lo habían resuelto todo.
Así, los simples juegos didácticos tradicionales de Japón han evolucionado en variedad e ingenio, para que los niños puedan aprender distintas cosas y emocionarse más. ¿No te gustaría a ti también jugar con los juegos de ingenio japoneses, con sus nuevos temas como espejos y tubos de ensayo, que se vuelven cada vez más complejos y entretenidos?