Japón combate los mosquitos con técnicas antiguas y nuevas
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Desde tiempos inmemoriales, los humanos y los mosquitos han estado en conflicto. Además de estropear nuestros pícnics y mantenernos despiertos por la noche con sus zumbidos, los mosquitos son, sobre todo, propagadores de enfermedades mortales como la malaria, el virus del Nilo Occidental y el dengue. Si bien estas enfermedades son extremamente raras en el Japón actual, el caso es diferente en algunas partes del mundo. Descubramos cómo han lidiado los japoneses con los mosquitos a lo largo de los siglos y cómo está contribuyendo Japón a la batalla global contra estas molestias voladoras.
Técnicas de eras pasadas
Hasta el siglo XIX, las técnicas para ahuyentar a los mosquitos eran rudimentarias y de variada efectividad. Al igual que en muchas otras culturas del mundo, por la noche, los japoneses colocaban mosquiteras sobre las camas. Otra práctica común era quemar una mezcla de madera y hojas para que el humo mantuviera a los mosquitos fuera de la casa o del patio. Si bien el humo era eficaz para repeler los mosquitos, también era bastante desagradable para quienes estaban alrededor. Pero todo esto cambió a finales del siglo XIX cuando apareció un nuevo invento: el espiral antimosquitos.
Era común en Japón ver mosquiteras como estas.
El clásico repelente de mosquitos japonés: el espiral
Tal vez el repelente de mosquitos más conocido en Japón es el espiral antimosquitos, un tipo especial de incienso moldeado en forma de espiral. Este incienso suele contener piretro seco (una variedad de crisantemo), así como otros ingredientes naturales. Al quemarse, es altamente eficaz para repeler mosquitos, además de ser seguro para los seres humanos. En verano, comúnmente se coloca cerca de la entrada de las casas y tiendas para evitar que entren mosquitos.
Los espirales antimosquitos fueron inventados en 1890 por un empresario japonés, que había obtenido semillas de piretro en una transacción comercial y comenzó a buscar maneras de usarlas. Al notar sus propiedades para repeler insectos, acabó creando la fórmula de un tipo de incienso contra los mosquitos. Si bien su invento era efectivo, sus varillas de incienso solo duraban aproximadamente una hora. La solución ante este inconveniente se le ocurrió a su esposa: aumentar la longitud de las varillas de incienso dándoles forma de espiral. Gracias a la idea de la señora, hoy un solo espiral antimosquitos puede llegar a permanecer encendido entre 7 y 12 horas.
Izquierda: Las flores de piretro tienen propiedades naturales que repelen los mosquitos. (Imagen cedida por KINCHO)
Centro: Antes de que se le diera forma de espiral, el incienso solo duraba alrededor de una hora. (Imagen cedida por KINCHO)
Derecha: Un primitivo espiral antimosquitos de alrededor del año 1919 (Imagen cedida por KINCHO)
Arriba: Las flores de piretro tienen propiedades naturales que repelen los mosquitos. (Imagen cedida por KINCHO)
Centro: Antes de que se le diera forma de espiral, el incienso solo duraba alrededor de una hora. (Imagen cedida por KINCHO)
Abajo: Un primitivo espiral antimosquitos de alrededor del año 1919 (Imagen cedida por KINCHO)
Los espirales antimosquitos son una solución de tecnología muy simple, inventada hace más de cien años, pero su popularidad persiste. Hoy, pueden encontrarse en casi cualquier supermercado o tienda de conveniencia de Japón, y su agradable aroma les trae a los japoneses buenos recuerdos de veranos pasados.
También se han extendido fuera de Japón y se han popularizado en la zona tropical de Asia, África y América del Sur. El atractivo de los espirales es evidente: son baratos, efectivos y no requieren ninguna fuente de energía para operar, lo que los convierte en una solución accesible a muchísima gente en diferentes situaciones sociales. Ya que ciertas enfermedades como la malaria siguen siendo endémicas en algunas de esas partes del mundo, los espirales antimosquitos japoneses cumplen un papel crucial al prevenir enfermedades a nivel doméstico, para mantener la salud y los medios de vida de la población.
Soportes para espirales antimosquitos
Parte de la diversión de usar espirales antimosquitos está en la elección de un soporte. Hoy en día, hay muchos diseños disponibles. Un diseño clásico es el soporte de cerámica en forma de cerdo, con la boca abierta, de la cual sale el humo. También existen soportes especiales ligeros y portátiles, diseñados para llevar de campamento. Incluso hay soportes humorísticos en los que el espiral tradicional toma la forma del caparazón de un caracol o de la hélice de un helicóptero.
Izquierda: Un diseño clásico es el soporte de espiral antimosquitos en forma de cerdo.
Centro: Este soporte de espiral moderno está diseñado para llevar de campamento. Su diseño está inspirado en el clásico soporte en forma de cerdo, pero está hecho de metal resistente y ligero. (Imagen cedida por TRIPATH PRODUCTS)
Derecha: Este soporte de espiral está diseñado para que parezca un helicóptero en vuelo. El producto es de acero inoxidable reciclado, para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible del fabricante. (Imagen cedida por Forest&Island)
Arriba: Un diseño clásico es el soporte de espiral antimosquitos en forma de cerdo.
Centro: Este soporte de espiral moderno está diseñado para llevar de campamento. Su diseño está inspirado en el clásico soporte en forma de cerdo, pero está hecho de metal resistente y ligero. (Imagen cedida por TRIPATH PRODUCTS)
Abajo: Este soporte de espiral está diseñado para que parezca un helicóptero en vuelo. El producto es de acero inoxidable reciclado, para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible del fabricante. (Imagen cedida por Forest&Island)
Nuevas investigaciones e innovaciones
Si bien el espiral antimosquitos clásico sigue siendo popular hasta nuestros días, constantemente se realizan investigaciones sobre el control efectivo de insectos dañinos como los mosquitos y continúan apareciendo nuevos productos en el mercado.
Para repeler insectos, las bandas de silicona son las favoritas de los niños japoneses en verano, porque les permiten expresar su estilo personal al tiempo que mantienen alejados a los insectos. También son populares los aerosoles que no dañan la piel y tienen aromas agradables.
Estas bandas de silicona repelen los insectos con un aroma que los ahuyenta. Son eficaces contra los quironómidos (mosquitos enanos), la mosca polilla, la hormiga común y la hormiga colorada. Pueden usarse como pulsera o añadirse como accesorio a un sombrero o bolso. (Imagen cedida por KINCHO)
Este aerosol repelente de insectos no daña la piel y tiene un agradable aroma de jabón para bebés, que lo hace adecuado para los niños. (Imagen cedida por FUMAKILLA LIMITED)
Otro producto es este dispositivo repelente de insectos diseñado para que parezca un teru-teru bōzu, un amuleto tradicional japonés que se suele colgar fuera de la casa para alejar la lluvia. Aunque no podemos decir con certeza si este muñequito realmente mantiene alejada la lluvia, ¡sí que ayuda a alejar a los insectos!
Este dispositivo repelente de insectos está diseñado para que parezca un teru-teru bōzu, un amuleto tradicional japonés. Es eficaz contra los quironómidos y las moscas polillas. (Imagen cedida por Lion Chemical Co.,Ltd.)
Otro nuevo producto, con un enfoque menos convencional para ahuyentar a los mosquitos, ha sido un éxito reciente en las redes sociales. Este «dispositivo» no utiliza insecticidas ni repelentes. Es un modelo de plástico de una libélula asiática gigante (Anotogaster sieboldii) que se puede sujetar en cualquier parte del cuerpo. La libélula gigante es un depredador natural de los mosquitos y de muchas otras plagas, y se cree que se asustan de solo verlo. Este producto realmente inusual carece de base científica, pero ¿por qué no comprobarlo uno mismo?
Oniyanmakun es una libélula gigante de plástico que uno puede llevar adherida al cuerpo para ahuyentar mosquitos y otros insectos. No contiene insecticidas ni repelentes. (Imagen cedida por Eikyu Co., Ltd.)
Investigadores de otra empresa japonesa también han ideado formas alternativas para combatir los mosquitos. Su hipótesis es que, en vez de matarlos o repelerlos, si se logra que la superficie de la piel humana sea desagradable para los mosquitos, simplemente se alejan sin picarnos. Para probarlo, utilizaron cámaras de alta velocidad y observaron el comportamiento de los mosquitos al posarse en la piel tratada con varios líquidos. Descubrieron que los líquidos de baja viscosidad se adherían a las patas, por lo que los mosquitos escapaban rápidamente a acicalarse incluso antes de tener tiempo de picar. Los investigadores ya están ideando formas de llevar esta solución al mercado, a fin de contribuir a la lucha mundial contra las enfermedades transmitidas por mosquitos.
Gracias al ingenio de los inventores e investigadores japoneses, fruto de varias generaciones, el pueblo japonés ahora disfruta de una gran cantidad de opciones para combatir esta plaga constante. Y con nuevas y emocionantes investigaciones en curso, ¡tenemos razones para ser optimistas sobre el futuro!