Jardines en el balcón: un pequeño espacio para relajarse

   En las zonas urbanas, muchas personas viven en apartamentos o casas que no tienen jardín. En los últimos años, a medida que los estilos de trabajo se han diversificado y cada vez más personas buscan formas de enriquecer su vida diaria, la gente en las ciudades recurre a sus balcones para cultivar plantas y sentir el tacto de la tierra entre los dedos. Para quienes no tienen acceso a un jardín propiamente dicho, la jardinería de balcón está ganando terreno como forma de conectar con la naturaleza. Veamos cómo se ha desarrollado esta afición en Japón.

Los placeres de la jardinería: un hobby que se populariza

   La vida cotidiana ha cambiado drásticamente en Japón en los últimos años. Los entornos de trabajo de la gente han cambiado y conceptos como el teletrabajo y la semana laboral de cuatro días se han vuelto más comunes, por lo que mucha gente le da más importancia al tiempo que pasa relajándose en casa. En consecuencia, un gran número de personas recurren a la jardinería para sacar el máximo partido a este tiempo. Sin embargo, la mayoría de las personas que viven en zonas urbanas lo hacen en edificios de apartamentos u otros complejos de viviendas, compartidos con muchas otras personas, así que el principal lugar para la jardinería es el balcón o terraza de su apartamento. Suelen ser bastante pequeños pero, para los japoneses, cuya cultura aprecia el cambio de las estaciones a través de las plantas y las flores, ofrecen un lugar para relajarse, recargar energías y disfrutar de los efectos calmantes de la naturaleza.

Jardinería de balcón y sus raíces en el período Edo

   Incorporar y admirar la naturaleza en el hogar forma parte de la cultura japonesa desde hace mucho tiempo, algo que va desde cuidar bonsáis en macetas hasta los pequeños jardines tsubo-niwa, a medio camino entre el interior y el exterior y cultivados en medio de la vivienda. Entonces, a partir del siglo XVIII, la cultura de la jardinería comenzó a extenderse cada vez más entre la gente corriente, incluida la que vivía en las filas de casas adosadas de la época, llamadas nagaya, que eran estrechas y de espacio reducido. Como resultado, las plantas en macetas ganaron en popularidad e incluso se representan en pinturas en madera ukiyo-e de la época. Una flor que ganó muchísima fama durante este periodo fue la campanilla, que se ha convertido en un querido sello distintivo de la temporada estival y sigue siendo frecuente en muchos hogares hoy en día.

Un lugar para relajarse en comunión con la naturaleza

   Algunas plantas que son populares en Japón desde hace mucho tiempo, como las campanillas en el verano y las glicinias en la primavera, siguen siendo una imagen familiar hoy en día en muchos jardines de balcones. Pero la gente no solo utiliza este espacio para cultivar flores; a algunas personas les gusta criar pequeños peces como el pez arroz y el pez dorado en maceteros o peceras que decoran con plantas acuáticas. Así añaden un toque extra de elegancia y disfrutan con más intensidad del maravilloso funcionamiento de la naturaleza. Además, la contemplación de plantas acuáticas flotantes y peces nadando tiene un efecto calmante y da al espacio una sensación refrescante en verano.

   Cada vez más personas han empezado a cultivar plantas trepadoras para crear los llamados jardines verticales que bloquean el sol en verano. Una planta especialmente popular para este propósito es la llamada goya (melón amargo), ya que es fácil de cultivar y su fruto es comestible, pero otras plantas trepadoras como la campanilla también se pueden cultivar de esta manera. Los jardines verticales no solo proporcionan sombra, sino que también pueden ayudar a enfriar el entorno convirtiendo el agua absorbida por sus raíces en vapor, que elimina parte del calor del aire circundante. Las temperaturas estivales en las zonas urbanas han aumentado en los últimos años, por lo que los jardines verticales han despertado un interés creciente entre quienes tratan de hallar pequeños trucos para eludir el calor en el día a día. Después de todo, son una buena forma de hacer un uso práctico de los balcones y, además, tienen un aspecto atractivo. ¡Todo ventajas!

   Por supuesto, la gente no solo cultiva estas plantas tradicionales japonesas en sus balcones. Las suculentas que necesitan poco mantenimiento, como los cactus, y ciertos tipos de hierbas aromáticas (¡que no atraen insectos!) también son opciones populares, especialmente para las personas que tienen estilos de vida ajetreados y quieren incorporar la naturaleza a sus vidas sin consumir demasiado de su valioso tiempo.

Balcones y salas de estar, verdes y tranquilos

   Cada vez hay más personas que buscan formas de aumentar la comodidad en su hogar, por lo que una nueva tendencia en el diseño interior es tratar el balcón como una extensión de la sala de estar, lo que da a todo el espacio una sensación mucho más diáfana. Colocar una gran variedad de plantas decorativas tanto en el interior como en el balcón, con suelos a juego hace que el balcón parezca una prolongación de la sala de estar e introduce la vegetación en mayor medida en el hogar, una estética codiciada por los amantes de la naturaleza.

   Sentarte en tu silla favorita y leer un libro o degustar un té mientras te rodeas de plantas es una forma muy agradable de relajarte y te brinda un respiro del bullicio y ajetreo de la vida urbana.
   La jardinería solía estar asociada más con el hecho de observar la plantas y disfrutar de su aspecto, pero, en el Japón moderno, la atención ha pasado a centrarse en innovaciones prácticas y respetuosas con el medio ambiente, como los jardines verticales, así como formas de utilizar las plantas para fomentar la comodidad en el hogar. En las zonas urbanas de Japón, la jardinería en balcones es una afición que no muestra signos de decadencia.