2015 No.15

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Japón, el país del agua

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La unión de la tecnología y el agua

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Un producto alimenticio tradicional para una limpieza innovadora del agua

Una media de alrededor de 1,8 millones de niños mueren cada año en el mundo por falta de agua higiénica. La tecnología de una empresa japonesa está ayudando a reducir este número, suministrando agua limpia a los habitantes de otros países a bajo costo. Lo sorprendente es que esta técnica utiliza una comida de soja fermentada llamada natto, que contiene ácido gamma-poliglutámico. Este ácido es un floculante, una sustancia pegajosa que hace que las partículas se aglomeren. Este hecho condujo a los investigadores a estudiar el modo en que las propiedades floculantes del natto podrían purificar el agua. Si se coloca en un tanque de agua que contenga microorganismos en suspensión y pequeñas partículas, el floculante las convierte en grandes y pesados grumos. El resultado, realmente fácil de conseguir, es agua que cumpliría con las exigencias sanitarias de muchos países.

Agua limpia, potable en Bangladesh, gracias a la tecnología depuradora de Poly-Glu Social Business Co., Ltd.

La comunidad local disfruta de agua limpia solo añadiendo un agente que hace que las partículas en suspensión se adhieran juntas y se hundan.

La sustancia floculante es inocua y natural, y el método no requiere un equipamiento especial. Esta técnica se ha difundido por países que incluyen Bangladesh, Brasil, Colombia, India y Tanzania. Se utiliza también en campamentos que albergan refugiados somalíes, mejorando sus condiciones de vida.

Para obtener agua limpia, simplemente se añade el floculante (un agente aglutinador), y luego se agita. La materia en suspensión se aglutina y se deposita en el fondo, dejando el agua limpia.
Las partículas de suciedad están dispersas por todo el líquido. El floculante hace que las partículas se aglutinen. Los grumos se hunden, y el agua de arriba está ahora limpia.

Fotocatálisis: Una fuente de energía limpia cambia la agricultura hidropónica

Las hileras de tomateras de la derecha crecen en agua procesada por un sistema de reciclaje desarrollado por el Laboratorio Hashimoto de la Universidad de Tokio. Las tomateras de la izquierda están cultivadas en la forma convencional de cultivo hidropónico, mostrando una importante diferencia entre los dos métodos.

La agricultura hidropónica cultiva plantas en interior, sin necesidad de usar tierra. En su lugar las raíces reposan en agua que contiene una mezcla de nutrientes minerales y fertilizantes. Como hay menos posibilidades de que el clima y los insectos nocivos dañen las plantas, los agricultores confían en poder contar con buenos ingresos.

Sin embargo, durante el proceso de crecimiento, la materia orgánica se infiltra en la solución de nutrientes desde las raíces, dificultando el crecimiento de la planta. El agua debe ser filtrada para eliminar la materia orgánica, y después de reciclada debe ser devuelta a la planta. Pero ahora se ha desarrollado un nuevo método. Este método descompone la materia orgánica con óxido de titanio, gracias a su efecto fotocatalítico con la luz. El proceso descompone la materia orgánica fácilmente, sin necesidad de consumo eléctrico en el sistema de filtrado. Los investigadores informan que, gracias a este sistema, la cosecha de tomates se ha incrementado alrededor de un 30%. Y la solución puede ser reutilizada en lugar de ser desechada. Esto reduce la cantidad de solución necesaria, y evita que el fósforo y el nitrógeno, nutrientes presentes en la disolución, se viertan en la tierra y los ríos.

Menor impacto ambiental y mejores cosechas. Este sistema cambiará pronto el cultivo hidropónico, un sector en expansión en Japón.

¿Peces de agua salada en un balneario de montaña?

Noguchi Katsuaki, presidente de la empresa de acuicultura Dream Creativity Ltd., controla las condiciones de las instalaciones para los peces globo.
Esquina derecha, abajo: Uno de los peces globo que se crían bien en las aguas termales. (Fotos: Ito Chiharu)

La prefectura de Tochigi, al norte de Tokio, no tiene costa, pero tiene peces de agua salada nadando en tanques. Los peces son una variedad de pez globo (Takifugu rubipres), y el lugar es Nakagawa-machi, un pueblo enclavado en las montañas. Pero, ¿por qué allí? La respuesta reside en el hecho de que el pueblo tiene manantiales de aguas termales que burbujean en la superficie. A unos 20°C, el agua está más fría que en los manantiales más calientes, y no contiene sulfuros u otros minerales nocivos. Además su contenido salino oscila entre 0,9% y 1,2%, más o menos el mismo que se encuentra en los fluidos corporales de los seres vivos. Una empresa local se ha centrado en estas posibilidades y ha conseguido criar peces globo, un pez altamente cotizado en Japón.

El hábitat natural del pez globo es el agua de mar, que tiene un contenido de sal de alrededor del 3,5%. Los peces globo tienen que reducir esta densidad de sal a un 0,9%, y lo hacen mientras absorben agua por las agallas. Ya que la densidad de sal del agua del manantial es de alrededor de 0,9%, los peces no necesitan ajustar el contenido de sal, ahorrando energías. Además tiene la ventaja de poseer gran abundancia de nutrientes. Esto explica por qué pueden crecer más que sus congéneres en el mar.

Tras hacer pruebas, la acuicultura del pez globo comenzó en Nakagawa en 2009, con 1.150 peces. Para 2014 la producción anual de las instalaciones era de 40.000 peces listos para el mercado. El pueblo de montaña se enfrentaba a un descenso de su población, pero ahora está listo para desarrollar un nuevo sector productivo.