Aprender sobre la naturaleza a través de actividades "moku-iku"
![Interior del Museo del Juguete Hinohara](/kidsweb/img/moku-iku01.jpg)
Japón es un país de abundante naturaleza, en el que dos tercios del terreno están cubiertos de bosques. De hecho, el porcentaje de suelo boscoso en Japón solo está superado por Finlandia, por lo que es justo describirlo como un país de gran riqueza forestal. Gracias a este entorno natural, la madera lleva cientos de años profundamente ligada a la forma de vida japonesa, desde el hecho de vivir en casas de madera hasta comer en platos de este material. La consecuencia es que Japón ha desarrollado diversas costumbres y tradiciones únicas relacionadas con los árboles y la madera, que se transmiten a través de actividades educativas llamadas moku-iku. Analicemos más de cerca lo que significa este término.
Conseguir que los niños se interesen por los árboles para proteger los bosques del futuro
El concepto de moku-iku surgió en 2004 en Hokkaido, la región más septentrional de Japón, con el objetivo de promover la comprensión de la cultura de la carpintería y enseñar el valor de los árboles.
Se refiere a una amplia gama de actividades, dirigidas por comunidades locales, escuelas y empresas, diseñadas para dar a los niños más oportunidades de acercarse a los árboles y bosques. Entre ellas se incluyen la manipulación de madera y productos hechos de este material, la plantación de árboles, la participación en actividades forestales, etc. Los niños pueden disfrutar de experiencias como jugar en el bosque, hacer manualidades con madera y plantar árboles en bosques y parques. Suena divertido, ¿verdad?
La cultura de la madera en Japón
La cultura de la madera japonesa goza de una larga historia. De hecho, el templo Horyu-ji en Nara es el ejemplo de arquitectura en madera más antiguo del mundo. En la actualidad, mucha gente habita edificios de hormigón armado, pero las viviendas de madera siguen siendo una imagen familiar para los japoneses modernos. También encontramos muchos objetos cotidianos hechos de productos obtenidos de los árboles, como los platos y palillos lacados, que están recubiertos (lacados) con un tipo de savia de árbol, o vajillas diseñadas para mostrar la textura natural de la madera.
La vajilla de madera es ligera, difícil de romper y suave al tacto, por lo que bebés y niños pueden utilizarla de forma segura.
La vajilla de madera presenta una calidez natural y se usa de forma habitual para bebés y niños.(Foto cortesía de Craft Konomi Co., Ltd.)
¿Te gustaría jugar con cosas de madera?
En la actualidad, cada vez más guarderías y escuelas infantiles utilizan edificios e instalaciones de juego construidas en madera. La madera no solo tiene una calidez y un tacto suaves, sino que se dice que su olor es relajante e incluso ayuda a controlar la humedad, por lo que resulta ideal para crear un entorno cómodo.
Esta guardería está construida en madera, con un techo alto y abundante espacio.(Foto cortesía de New Constructor's Network Co., Ltd. Foto de Ippei Shinzawa.)
También existe una serie de museos de juguetes construidos específicamente para moku-iku. Actualmente hay doce museos de este tipo en Japón, todos ellos construidos con madera originaria de su zona. Presentan un fantástico lugar para que los niños y los padres jueguen con juguetes de madera o incluso prueben a hacer sus propias manualidades con madera.
El Museo del Juguete de Tokio es el edificio de una antigua escuela reconvertido. (Foto cortesía del Museo del Juguete de Tokio.)
Este museo de juguetes se encuentra en la prefectura de Tokushima, cuya superficie está ocupada en tres cuartas partes por bosques. (Foto cortesía del Museo de Juguetes de Madera de Tokushima.)
Sentir la magia de los bosques y los árboles
Gente que sube a los árboles en un evento de moku-iku en Hokkaido. (Foto cortesía del gobierno de Hokkaido.)
En varias zonas de Japón se celebran eventos centrados en interactuar directamente con la madera, los árboles y los bosques.
La región de Hokkaido, donde surgió el moku-iku, tiene una de las industrias forestales más activas de Japón. Los gobiernos locales, las empresas forestales y los fabricantes de muebles de madera celebran diversas experiencias prácticas, como plantar árboles en el bosque y hacer manualidades con madera.
Algunas escuelas incluso ofrecen programas educativos basados en moku-iku, como el "proyecto de escritorio escolar de abemaki", que se lanzó en 2015 en la ciudad de Minokamo, de la prefectura de Gifu, en el centro de Japón. Abemaki es el nombre de un tipo de árbol, también conocido como roble de corcho chino.
Una zona boscosa llena de abemaki silvestres. El follaje en otoño adquiere un precioso aspecto. (Foto cortesía de la ciudad de Minokamo.)
El proyecto se basa en la idea de que los niños que viven en la ciudad utilicen un escritorio hecho de madera de abemaki local durante los seis años que pasan en la escuela primaria. Usar el mismo escritorio desde el primer día de escuela hasta su graduación les enseña a apreciar la naturaleza y la madera local.
Cada nuevo estudiante en las escuelas que participan recibe un escritorio de abemaki cuando llega a la escuela. Será su escritorio personal para cada clase a la que asista, incluso después de pasar al siguiente curso. Una vez que los niños llegan a su quinto año de escuela primaria, hacen una excursión a un bosque local para ver cómo se talan los árboles de abemaki y, en el sexto curso, ayudan a convertir la madera de esos mismos árboles en escritorios. Los escritorios terminados se regalan a los estudiantes de primero el siguiente año escolar y, de ese modo, el proyecto continúa.
Izquierda: Estudiantes de quinto curso viendo cómo se tala un árbol de abemaki. (Foto cortesía de la ciudad de Minokamo.)
Derecha: Estudiantes de sexto curso ayudando a hacer escritorios. (Foto cortesía de la ciudad de Minokamo.)
Dado que cada niño utiliza el mismo escritorio durante seis años seguidos, crecen unidos a sus escritorios y los tratan con cuidado. Cuando se gradúan, reciben un estante de madera para libros hecho con su escritorio, con los mismos rasguños y garabatos. Es un recuerdo único que tiene un significado especial para cada niño.
Cada escritorio se convierte en un estante para libros que se regala a los estudiantes cuando se gradúan. (Foto cortesía de la ciudad de Minokamo.)
Moku-iku también como ayuda para el medio ambiente
Cuando los bosques son densos, es más difícil que penetre la luz, lo que obstaculiza el crecimiento de los árboles y debilita el bosque en su conjunto. Por lo tanto, es necesario cortar algunos de los árboles para proteger la salud del bosque. Este proceso se llama aclareo y ahora se están haciendo cada vez más esfuerzos por utilizar con eficacia la madera procedente del aclareo de modo que no se desperdicie nada.
En la ciudad de Minamiaizu, en la prefectura de Fukushima, se regalan juguetes de madera a cada bebé recién nacido. Estos juguetes están hechos de restos de madera (piezas sobrantes de cuando se fabrican productos de madera) o de madera procedente del aclareo.
Los juguetes de madera elaborados por los artesanos locales se regalan a todos los bebés recién nacidos en la región de Aizu de Fukushima, donde está situada Minamiaizu. (Foto cortesía de Mastro Geppetto Corporation.)
Este juguete se ha construido a partir del kit de una maqueta de madera procedente del aclareo. (Foto cortesía del Centro de Información Ambiental de Chuo.)
La gente también está utilizando la madera de aclareo y de restos de otras piezas con formas creativas. Por ejemplo, los carpinteros de la región especial de Chuo en Tokio enseñan técnicas para fabricar juguetes con madera de aclareo en talleres y vídeos que comparten en Internet, y algunos fabricantes de muebles de madera organizan talleres de manualidades con restos de madera.
(Foto cortesía de: KARIMOKU FURNITURE INC.)
Los niños de Japón están en contacto con la madera desde una edad temprana y juegan con ella durante toda su infancia, por lo que crecen sintiendo un estrecho vínculo con los árboles. Cuando estos niños se convierten en adultos, seguro que tratarán los árboles y los bosques con respeto, quizás incluso más que los adultos actuales. Es muy probable que esto dé lugar a una mayor protección del medio ambiente mundial.