Artículo especial sobre el terremoto y el tsunami de Tōhoku de 2011 - Parte 1: Prevención de catástrofes

Arriba a la izquierda: Un testigo describe la ciudad de Rikuzentakata tras el terremoto. Abajo a la izquierda: El kiseki no ippon matsu, el único pino que sobrevivió milagrosamente al tsunami. (Fotos por cortesía de la ciudad de Rikuzentakata)
Arriba a la derecha/abajo a la derecha: Una exhibición en el Museo en Memoria del Tsunami de Iwate.

   El terremoto y el tsunami de Tōhoku de 2011 ocurrieron el 11 de marzo de 2011. Un terremoto de magnitud 9,0 (Mw) que sacudió la costa de Sanriku, en Japón, marcó un récord como el terremoto más intenso de la historia de Japón. Este terremoto produjo un tsunami que causó un enorme daño en varias localidades, incluyendo las áreas costeras de la región de Tōhoku junto al océano Pacífico. Tal vez recuerdes el accidente de la central nuclear de Fukushima Daiichi, que sucedió como resultado del terremoto y el tsunami.
   En el año 2021 se cumple una década de este desastre sin precedentes que cobró numerosas víctimas. Este artículo es el primero de una serie especial de dos partes que habla sobre la costa de Sanriku, un área que sufrió un daño significativo debido al tsunami. La primera parte se ocupa de las lecciones que podemos aprender del tsunami y el terremoto, así como las iniciativas para tomar conciencia sobre la prevención de catástrofes.

Estragos producidos por el agua debido al terremoto y el tsunami de Tōhoku de 2011

Takatamatsubara se vio sumergido en un enorme tsunami.

La antigua escuela secundaria Kesen de la ciudad de Rikuzentakata. Los restos estructurales se conservan en recuerdo a la catástrofe. En el tejado hay un signo que indica 14,2 metros (unos 46 pies y 7 pulgadas) sobre nivel del suelo, el punto más alto que alcanzó el tsunami. (Fotos por cortesía de la ciudad de Rikuzentakata)

   El temblor que inició el terremoto y el tsunami de Tōhoku de 2011 se produjo debido a una distorsión en los límites entre dos placas cerca de la fosa oceánica de Japón. Las regiones costeras de las tres prefecturas de Iwate, Miyagi y Fukushima sufrieron inmensos daños a causa del tsunami.

   «Fue como si me persiguiera un camión. El tsunami atravesó el rompeolas y arrastró consigo automóviles, casas y todo a su paso. A fin de proteger tu propia vida, debes correr a un lugar más alto sin preocuparte de cómo se vea eso», dijo el Sr. Sasaki, un testigo, con énfasis mientras describía el desastre.

Un testigo describe Takatamatsubara antes de la catástrofe.

   Este testigo vive en la ciudad de Rikuzentakata, un área que sufrió daños devastadores debido al tsunami, con una altura de más de 10 metros (unos 33 pies), suficiente para sumergir el ayuntamiento por completo, a pesar de que algunas partes del edificio tenían cuatro niveles de altura.

Exhibiciones en el Museo en Memoria del Tsunami de Iwate.

   El Museo en Memoria del Tsunami de Iwate de la ciudad de Rikuzentakata en 2019. Este museo repasa los hechos y las lecciones aprendidas del terremoto y el tsunami, y participa en iniciativas para potenciar las capacidades para prevenir catástrofes, de manera que la tragedia debida al tsunami que cobró tantas vidas no vuelva a suceder. Los letreros y el camión de bomberos deformados demuestran la fuerza destructiva del tsunami. «Niños que no saben nada de la catástrofe vienen al museo y se sorprenden por el alcance de los daños producidos por el tsunami, a la vez que aprenden acerca de la prevención de catástrofes», dijo el guía del museo.

Aprendiendo de la historia

Fotos de las exhibiciones en el Museo en Memoria del Tsunami de Iwate.
El caso registrado más antiguo de un tsunami en la región de Tōhoku se describe como el «terremoto y tsunami de Jōgan», en Nihon Sandai Jitsuroku («La verdadera historia de los tres reinos de Japón»).
Toda el área alrededor del castillo de Taga, en la prefectura de Miyagi, se convirtió en un mar, y cerca de 1.000 personas se ahogaron, dado que no lograron escapar a tiempo.
Sedimentos del tsunami se encontraron por toda una amplia zona, desde las llanuras de Sendai hasta la región costera en la prefectura de Iwate. Se cree que la intensidad del terremoto fue de una magnitud (M) de 8,3 u 8,4.

Una exhibición de los estratos formados por los terremotos, tsunamis y otros fenómenos. El área entre las líneas de puntos es el sedimento del tsunami producido por el terremoto y el tsunami de Tōhoku de 2011.

   El área de Sanriku fue golpeada repetidamente por enormes tsunamis, como el terremoto y tsunami de Jōgan (en 869), el terremoto y tsunami de Keichō Ōshu Sanriku (en 1611), el terremoto y tsunami de Meiji Sanriku (en 1896) y el terremoto y tsunami de Shōwa Sanriku (en 1933). Los cuentacuentos transmitieron durante generaciones que, tras los 100 terremotos, el terremoto 101 produciría un enorme tsunami. Sin embargo, los tsunamis suceden con una frecuencia relativamente baja, de modo que es difícil generar conciencia sobre la prevención de catástrofes. Este es uno de los factores que dan lugar a daños más considerable, por lo cual la gente vuelve a poner énfasis en la necesidad de comprender la historia y transmitir el mensaje de cuán poderosos son los tsunamis.

Un monumento de piedra situado cerca de una escuela primaria reubicada en un lugar más alto tras la catástrofe.

Un monumento de piedra colocado en 1935, con lecciones talladas en él. (Fotos por cortesía de la ciudad de Yamada)

   Los antiguos monumentos de piedra que se colocaron tras la catástrofe tienen un mensaje tallado en ellos que dice a la gente que no deben vivir en lugares situados por debajo de los monumentos. Este mensaje representa la sabiduría que los ancestros de los habitantes del lugar querían transmitirles para proteger sus vidas. Tras el terremoto y el tsunami de Tōhoku de 2011, se colocó un nuevo monumento de piedra en la ciudad de Yamada con el siguiente mensaje: «A los niños del futuro: corran a un lugar más alto que este cerezo».

«Tsunami Tendenko»: Una lección transmitida de generación en generación

Un niño y su abuelo mirando una versión digital del libro «Tsunami Tendenko» en el Museo en Memoria del Tsunami de Iwate.

Un libro ilustrado basado en la experiencia real de niños de Kamaishi. «Hashire, ue e! Tsunami Tendenko» («Corre a un lugar más alto! Tsunami Tendenko») Escrito por Kazu Sashida; imágenes por Hideo Ito (Foto por cortesía de POPLAR Publishing Co., Ltd.)

   «Cuando estaba afuera, hubo un terremoto y pensé que vendría un tsunami. Consideré volver a casa, pero en su lugar corrí a un sitio alto. Esta acción coincidía precisamente con la frase «Tsunami Tendenko». Esta frase proviene del dialecto local y ofrece la siguiente lección: si se aproxima un tsunami, todo el mundo debe huir por su cuenta y proteger su propia vida». El testigo ocular solía hablar con miembros de su familia cada día sobre cómo debían evacuar, y cuenta que encontró a su familia en un refugio de evacuación en un lugar alto.
   Además, si bien 600 estudiantes de escuelas primarias y secundarias en la ciudad de Kamaishi se vieron afectados por la catástrofe, no hubo víctimas gracias a que actuaron de acuerdo a la frase «Tsunami Tendenko», que se ha transmitido de generación en generación. Esto fue visto como un milagro en Kamaishi, y esta historia se utilizó en la educación para prevenir catástrofes en las escuelas.

Actividades de prevención de catástrofes tras terremotos y tsunamis

Un testigo ocular dando una charla en la antigua escuela primaria de Okawa. Los restos de la escuela se preservaron en la ciudad de Ishinomaki como recuerdo de la catástrofe.

Estudiantes aprendiendo sobre inundaciones en la escuela elemental de Ōta, en la ciudad de Minamisōma. (Fotos por cortesía de la organización promocional 3.11 Denshō Road)

   Hay muchas instalaciones conmemorativas y ruinas preservadas de catástrofes por toda la región de Tōhoku, donde se pueden encontrar restos de terremotos y tsunamis y aprender lecciones sobre esta catástrofe. La organización 3.11 Denshō Road se fundó para vincular estas instalaciones; también se realizaron otras iniciativas para la toma de conciencia sobre la prevención de catástrofes. Un miembro de la organización promocional 3.11 Denshō Road dijo: «Las cosas que los niños aprenden tienen un impacto significativo en los miembros de la familia y los residentes del área local. Espero que los niños puedan aprender sobre catástrofes y su prevención en sus escuelas, junto con sus familias y en el área local, y espero también que crezcan con amor y orgullo por su ciudad natal».

   Las catástrofes naturales suceden más rápido en los últimos años debido a los efectos del cambio climático y otros factores. Es vital que cada uno de nosotros aprendamos las lecciones del terremoto y el tsunami de Tōhoku de 2011 y tomemos conciencia respecto de la prevención de catástrofes todos los días.