Las culturas y ecosistemas únicos de las islas japonesas

Las culturas y ecosistemas únicos de las islas japonesas

Japón es un país insular, con toda su superficie terrestre compuesta por islas. Además de las cuatro islas principales de Hokkaido, Honshu, Shikoku y Kyushu, hay muchas islas más pequeñas, tanto habitadas como deshabitadas. Veamos tan solo dos de estas muchas islas pequeñas, Yakushima y Amami Oshima, destinos turísticos populares de la prefectura de Kagoshima, y exploremos sus culturas y ecosistemas únicos.

Japón: un país formado por unas 14 000 islas

Japón es una nación insular separada del continente, rodeada de mar por todos lados, y compuesta por unas 14 000 islas con una circunferencia de 100 metros o más. Este número de islas coloca a Japón entre los cinco primeros países insulares del mundo, y de estas islas, más de 400 están habitadas. En las islas menores que se ubican en torno a Hokkaido, Honshu, Shikoku y Kyushu, se han desarrollado varias culturas independientes. Ya que estas islas ofrecen vistas espectaculares y ecosistemas únicos, se han vuelto populares entre los japoneses para el turismo insular, así como entre los turistas extranjeros.

Veamos Yakushima y Amami Oshima, que son conocidas por sus culturas únicas y ecosistemas preciosos. Ambas son Patrimonio de la Humanidad y son atractivas como destinos turísticos.

Yakushima, la isla lluviosa del árbol Jomon-sugi, de 2000 años

El tocón de Wilson, en Yakushima, se ve en forma de corazón cuando se mira hacia arriba desde su interior hueco.

Acerca de Yakushima

Yakushima se encuentra en el mar de la prefectura de Kagoshima. En 1993, se convirtió en el primer sitio de Japón en ser registrado como Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. Es una isla montañosa con una topografía única, formada cuando emergió la isla, y aproximadamente el 90 % de ella está cubierta de bosques. Cuenta con el pico más alto de la región de Kyushu, el monte Miyanoura, que alcanza una elevación de 1936 metros. Yakushima también se caracteriza por su diversidad de climas, siendo la mayor parte de la isla subtropical, mientras que el área cercana a la cumbre es subártica.

Izquierda: El monte Miyanoura, el pico más alto de la región de Kyushu.
Derecha: Yakushima Shiratani Unsuikyo es un lugar popular para disfrutar del bosque primitivo de yakusugi (antiguo cedro japonés). Habría servido de modelo para la película animada La princesa Mononoke.

Arriba: El monte Miyanoura, el pico más alto de la región de Kyushu.
Abajo: Yakushima Shiratani Unsuikyo es un lugar popular para disfrutar del bosque primitivo de yakusugi (antiguo cedro japonés). Habría servido de modelo para la película animada La princesa Mononoke.

Además del monte Miyanoura, hay más de 40 picos de más de 1000 metros en la zona. Los yakusugi (antiguos cedros japoneses) que crecen naturalmente en las montañas son muy famosos y también populares entre quienes disfrutan de la escalada y el montañismo. El más grande de estos árboles, llamado Jomon-sugi, tendría entre 2000 y 7200 años y es un símbolo de Yakushima. Muchas excursiones de escalada y montañismo consideran este árbol como lo más destacado del lugar.

Jomon-sugi en Yakushima. Debido a las altas precipitaciones y la humedad, los cedros japoneses crecen aquí muy lentamente y no se pudren, ya que poseen abundante resina y densos anillos de crecimiento anual. Al igual que el Jomon-sugi, muchos de estos árboles llegan a tener más de 1000 años. (Imagen cedida por Naonobu Minagawa)

Cultura de Yakushima

Por ser una isla montañosa, viajar por Yakushima era difícil antes de que se desarrollara el transporte, así que cada aldea desarrolló su cultura propia y única.

Por ejemplo, cada aldea tiene danzas diferentes, que se han transmitido a lo largo de generaciones; por ejemplo, la danza Anbou Jochiku, designada patrimonio cultural folclórico intangible por la prefectura, así como las danzas Mugio Naginata, Kusugawa Bon y Yudomari Kasa.

Izquierda: Danza Jochiku de Yakushima. (Imagen cedida por la Asociación de Turismo de Yakushima)
Derecha: La danza Kusugawa Bon. (Imagen cedida por la ciudad de Yakushima)

Arriba: Danza Jochiku de Yakushima. (Imagen cedida por la Asociación de Turismo de Yakushima)
Abajo: La danza Kusugawa Bon. (Imagen cedida por la ciudad de Yakushima)

Takemairi, un evento tradicional de adoración de la montaña en el que cada aldea hace una peregrinación a las montañas en el quinto o noveno mes (o ambos) del antiguo calendario lunar, es otra tradición única de Yakushima. Se dice que alrededor de 20 de las 24 aldeas de Yakushima todavía realizan esta peregrinación de montaña.

Izquierda: El día de la peregrinación takemairi, un grupo se dirige a la cumbre del pico sagrado, el monte Miyanoura. (Imagen cedida por Naonobu Minagawa)
Derecha: Durante la peregrinación, los participantes ofrecen arroz, sal y sake, y juntan las manos en oración en un santuario cerca de la cumbre. (Imagen cedida por Naonobu Minagawa)

Arriba: El día de la peregrinación takemairi, un grupo se dirige a la cumbre del pico sagrado, el monte Miyanoura. (Imagen cedida por Naonobu Minagawa)
Abajo: Durante la peregrinación, los participantes ofrecen arroz, sal y sake, y juntan las manos en oración en un santuario cerca de la cumbre. (Imagen cedida por Naonobu Minagawa)

El ecosistema de Yakushima

«En Yakushima llueve 35 días al mes», o eso dice el dicho. Yakushima ocupa el primer lugar entre los puntos de observación de la Agencia Meteorológica de Japón en términos de precipitaciones. Por naturaleza, tiene un ecosistema y un paisaje bien adaptado al entorno lluvioso y húmedo.

Posee muchas especies animales endémicas, con 17 especies de mamíferos como el ciervo de Yakushima y los macacos de Yakushima, 188 especies de aves, 13 de reptiles, 5 de anfibios y más de 3000 especies confirmadas de insectos.

Izquierda: Los ciervos de Yakushima viven solo en las islas de Yakushima y Kuchinoerabu-jima, en la prefectura de Kagoshima.
Derecha: Los macacos de Yakushima que habitan en la isla son los macacos japoneses más meridionales. (© K. P. V. B.)

Arriba: Los ciervos de Yakushima viven solo en las islas de Yakushima y Kuchinoerabu-jima, en la prefectura de Kagoshima.
Abajo: Los macacos de Yakushima que habitan en la isla son los macacos japoneses más meridionales. (© K. P. V. B.)

Con el fin de preservar este rico entorno natural, se están realizando diversos esfuerzos de conservación. Por ejemplo, para las excursiones de senderismo y montañismo al árbol Jomon-sugi, a las que asisten unas 200 000 personas cada año, se están aplicando medidas a fin de proteger el medio ambiente natural, como la conversión del antiguo recorrido del tranvía en rutas de senderismo, la instalación de baños y las restricciones a los vehículos privados. Además, para proteger al animal salvaje representativo de la isla, el ciervo de Yakushima, y reducir los daños de la agricultura o la tala de árboles, se están haciendo esfuerzos para comprender y monitorear el hábitat del ciervo, a fin de proteger la ecología forestal y controlar a la población mediante la caza planificada.

Amami Oshima, de aguas color «azul de Amami», paraíso de las tortugas marinas

La «piedra acorazonada» de Amami Oshima es una poza de marea en forma de corazón que aparece en la costa solo con la marea baja.

Acerca de Amami Oshima

Amami Oshima se encuentra en el mar del sur de Kyushu. Es la quinta isla japonesa más grande si se excluyen las cuatro principales, entre las que está Honshu.

Las aguas poco profundas y las suaves olas de la playa de Uttabaru.

Si bien hay playas de arena donde desovan las tortugas marinas y aguas cristalinas conocidas cariñosamente como «azul de Amami», la mayor parte de la isla es montañosa y está cubierta de bosques vírgenes. En 2021, fue registrada como el quinto sitio reconocido como Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en Japón, junto con Tokunoshima, el norte de la isla de Okinawa y la isla de Iriomote. Desde entonces, el número de turistas atraídos por su belleza natural ha ido en aumento.

Izquierda: Bosque de Kinsakubaru, un bosque primitivo.
Derecha: Un túnel de manglares.

Arriba: Bosque de Kinsakubaru, un bosque primitivo.
Abajo: Un túnel de manglares.

Cultura de Amami Oshima

Situada aproximadamente a medio camino entre Kagoshima y la isla principal de Okinawa, Amami Oshima ha sido muy influenciada por las culturas de Ryukyu (la actual Okinawa) y de Kagoshima, y ha desarrollado una cultura única y propia.

Un elemento representativo de la cultura de Amami Oshima son sus tradiciones de teñido y tejido. Oshima-tsumugi es una tela lisa hecha con hilos de seda hilados a mano, teñidos con barro y tejidos también a mano. Es muy apreciada como uno de los tres tipos de tela más notables del mundo, junto con los tapices de los gobelinos franceses y las alfombras persas de Irán.

Izquierda: Oshima-tsumugi, la extraordinaria tela de seda hecha en Amami. (Imagen cedida por la ciudad de Amami)
Derecha: Los patrones intrincados y detallados de la tela son muy hermosos.

Arriba: Oshima-tsumugi, la extraordinaria tela de seda hecha en Amami. (Imagen cedida por la ciudad de Amami)
Abajo: Los patrones intrincados y detallados de la tela son muy hermosos.

Entre las canciones populares tradicionales transmitidas en la isla están la de la danza Hachigatsu (de agosto), que celebra la cosecha del arroz, y las shima uta, canciones que varían según los pueblos de la isla (shima). Las shima uta son amadas y cantadas por los residentes locales como canciones propias de su tierra natal.

Gente realizando la danza Hachigatsu (de agosto)

El pintor japonés TANAKA Isson (1908-1977) se sintió atraído por la belleza natural de Amami Oshima y se mudó allí a la edad de 50 años. Es conocido por las muchas pinturas de flores subtropicales y aves únicas de Amami Oshima que creó mientras trabajaba tiñendo tela en una fábrica de Oshima-tsumugi para ganarse la vida. En el Museo de Arte Memorial de Tanaka Isson, ubicado en una esquina de las instalaciones turísticas del Parque de Amami, se pueden apreciar su estilo único y la rica naturaleza de Amami Oshima.

Izquierda: «Martín pescador junto al mar a comienzos de verano», de alrededor de 1962, Museo de Arte Memorial de Tanaka Isson. (©2024 Hiroshi Niiyama)
Derecha: «Playa de los pandanos», 1969, de una colección privada (en préstamo del Museo de Arte de la Ciudad de Chiba). (© Hiroshi Niiyama)

Arriba: «Martín pescador junto al mar a comienzos de verano», de alrededor de 1962, Museo de Arte Memorial de Tanaka Isson. (©2024 Hiroshi Niiyama)
Abajo: «Playa de los pandanos», 1969, de una colección privada (en préstamo del Museo de Arte de la Ciudad de Chiba). (© Hiroshi Niiyama)

El ecosistema de Amami Oshima

Amami Oshima es conocida por su mar hermoso. Hay más de 150 playas en la isla donde las tortugas marinas ponen sus huevos, y allí también se realizan estudios sobre el desove. Gracias a la abundancia de algas marinas, que es su alimento básico, se pueden ver tortugas marinas verdes durante todo el año, independientemente de la temporada.

Una tortuga marina en Amami Oshima.

Por otro lado, el 80 % de la isla está cubierta de árboles, con 1307 especies de plantas vasculares, incluidas muchas especies endémicas que llevan el nombre de la isla, como la orquídea Amami kayaran y la azalea Amami seishika.

Izquierda: La orquídea Amami kayaran solo se encuentra en Amami Oshima, Japón. (Imagen cedida por Tatsuya Hiragi)
Derecha: La azalea Amami seishika, conocida como «flor fantasma» de Amami Oshima. (Imagen cedida por Flower Park Kagoshima)

Arriba: La orquídea Amami kayaran solo se encuentra en Amami Oshima, Japón. (Imagen cedida por Tatsuya Hiragi)
Abajo: La azalea Amami seishika, conocida como «flor fantasma» de Amami Oshima. (Imagen cedida por Flower Park Kagoshima)

En Amami Oshima también vive fauna rara como el conejo de Amami, que solo se puede encontrar allí o en Tokunoshima. Además, hay colonias de cícadas en toda la isla, la más impresionante de las cuales es la colonia del cabo Ayamaru, que es una atracción turística muy conocida.

Izquierda: Un rurikakesu (arrendajo de Amami).
Derecha: La colonia de cícadas del cabo Ayamaru.

Arriba: Un rurikakesu (arrendajo de Amami).
Abajo: La colonia de cícadas del cabo Ayamaru.

Como Amami Oshima es el hogar de muchas plantas y animales que solo se encuentran en la isla, se están realizando varios esfuerzos para proteger estas especies raras. Por ejemplo, para reducir el número de animales muertos en accidentes de tránsito, se han instalado carteles en las carreteras que advierten sobre ello a los conductores, se realizan patrullas para evitar la caza ilegal, se toman medidas para prevenir los daños causados por las cabras silvestres y hay también diversas actividades de conservación que protegen las tortugas marinas y los arrecifes de coral.

Además de Yakushima y Amami Oshima, que hemos explorado aquí, hay muchas otras islas japonesas con culturas, características y ecosistemas únicos. La próxima vez que estén de visita, ¿por qué no expandir sus horizontes y disfrutar de una estancia en una de las islas remotas de Japón?