El atractivo único de los templos y santuarios
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Hay muchas formas de disfrutar de los templos y santuarios japoneses: puedes pasar la noche en uno de ellos en lugar de en un hotel, disfrutar de las obras de arte que se exponen o incluso coleccionar sellos especiales goshuin con un diseño diferente para cada templo o santuario. Desde principios de la década de 2010, un número cada vez mayor de templos y santuarios han comenzado a capitalizar las experiencias únicas que solo ellos pueden ofrecer y a deleitar activamente a los turistas. De este modo, se ha facilitado que la gente redescubra su atractivo y se han convertido en destinos populares para los jóvenes japoneses. Echemos un vistazo a algunas de las experiencias especiales que se ofrecen en los templos y santuarios de Japón, y a varias formas de disfrutar de su atractivo único.
¿Qué son los templos y los santuarios japoneses?
Japón tiene muchos templos y santuarios, pero ¿cuál es la diferencia entre ellos? Bueno, la clave que debe tenerse en cuenta es que los templos son budistas, mientras que los santuarios pertenecen a una religión diferente, llamada sintoísmo.
Prácticamente cada santuario presenta un tipo de puerta llamado torii. Se cree que un torii marca los límites entre el mundo humano y el dominio de los dioses sintoístas.
A lo largo de la historia japonesa, los templos y santuarios se han considerado epicentros de la cultura, donde las personas se entrenaban, recibían educación y aprendían nuevas habilidades. Muchos de los visitantes de los templos y santuarios se reunían en los alrededores, que se convertían en prósperos puntos de interés turístico y comercial. Como consecuencia, los templos y santuarios adquirieron interés turístico por sí mismos, especialmente cuando se combinan con el paisaje local, la gastronomía y las fuentes termales.
El templo de Banna-ji está al lado de Ashikaga Gakko, el edificio académico más antiguo de Japón. A diferencia de los santuarios, los templos no tienen puertas torii.
¿Qué tienen de especial los templos y los santuarios?
En la época en la que el principal medio de transporte era caminar, se hacía necesario pasar la noche cuando se visitaban templos y santuarios lejanos. Por esta razón, muchos templos y santuarios contaban con alojamiento llamado shukubo (alojamientos en el templo). Aunque hoy en día ya no tienen el mismo propósito, el número de templos y santuarios que ofrecen alojamiento shukubo como experiencia ha aumentado y resultan enormemente populares.
Una habitación privada shukubo. Es sencilla, pero muy limpia. (Foto cortesía de Yoma Funabashi.)
A los huéspedes de shukubo se les sirve la cena y el desayuno, pero el tipo de comida que se ofrece es algo diferente de lo habitual, por ejemplo, los templos budistas solo sirven comida vegetariana, que no contiene carne ni pescado, de acuerdo con las creencias budistas.
Fácil acceso a experiencias culturales
También hay templos y santuarios que ofrecen experiencias culturales para los excursionistas. Por ejemplo, los visitantes pueden probar la práctica de shodo (caligrafía japonesa) para la que se usa el pincel en lugar de un bolígrafo o pluma y un tipo especial de tinta negra llamado bokuju, u otras prácticas tradicionales como shakyo (copia a mano de las escrituras budistas) y shabutsu (trazar imágenes budistas). Apartarse del entorno cotidiano y centrarse en la escritura y el dibujo a mano es un tipo de experiencia relajante difícil de conseguir en el frenético mundo moderno.
Algunos santuarios y templos también ofrecen experiencias como takigyo, una forma de entrenamiento espiritual que consiste en permanecer de pie bajo una cascada, y danjikigyo, un ritual de ayuno donde los participantes se abstienen de comer cualquier alimento, o ciertos tipos de alimentos, para agudizar sus sentidos. Algunas de estas experiencias inusuales pueden incluso reservarse en Internet.
Ahora echemos un vistazo a algunas de las experiencias más habituales que se ofrecen en templos y santuarios.
Visitas guiadas, arte budista y jardines japoneses
El templo Chishaku-in en Kioto es conocido como lugar de aprendizaje y, en su momento, estuvo abierto tanto a monjes de otras ramas de la religión como a estudiantes normales que buscaban dedicarse al estudio o determinadas prácticas ascéticas. Los visitantes pueden participar en el asa-no-otsutome (el primer servicio budista del día), mientras que los huéspedes que se alojen en el shukubo podrán disfrutar de una visita guiada exclusiva por los pintorescos jardines japoneses con un monje residente.
Los pintorescos jardines japoneses de Chishaku-in. Los huéspedes que se alojan en el shukubo pueden asistir a un paseo temprano por los jardines del templo después del servicio matinal asa-no-otsutome. (Foto cortesía del templo Chishaku-in.)
Los huéspedes que pasen la noche también recibirán entradas para el homotsu-kan (sala del tesoro), que alberga obras de arte como biombos adornadas con pinturas con pan de oro, denominados tesoros nacionales de Japón. Es lo más parecido a alojarse en una galería de arte.
Las pinturas de pan de oro Kaedezu de Hasegawa Tohaku y Sakurazu de Hasegawa Kyuzo (ambos considerados tesoros nacionales de Japón). (Foto cortesía del templo Chishaku-in.)
Una noche con los dioses y oración matutina
El santuario de Furumine en Kunama, en la prefectura de Tochigi, está situado en la montaña, a unos 700 metros sobre el nivel del mar, a un paso del popular destino turístico de Nikko. Su historia se remonta a más de 1300 años.
El santuario principal de Furumine está conectado a los alojamientos del tempo o shukubo. (Foto cortesía de Yoma Funabashi.)
Allí podrás pasar una noche bajo el mismo techo que el santuario principal, dedicado a los antiguos dioses japoneses. Incluso en Japón, no existen muchos lugares que te permitan alojarte tan cerca de un santuario importante y es justo decir que esto brinda una experiencia diferente a la de quedarse en un hotel o en un hostal típico japonés. La mañana después de tu estancia puedes participar en el ritual de oración y recibir la bendición de un sacerdote sintoísta.
Hay varios tipos de shukubo, desde grandes salones con capacidad para 190 personas hasta habitaciones privadas para una persona.
Las comidas en los santuarios se llaman naorai, que significa "comer comida y bebida que se ha ofrecido a los dioses" y, en el santuario Furumine, es posible unirse a un naorai aunque no hayas pasado la noche allí. Cada plato se sirve con kenchinjiru, una popular sopa de abundantes ingredientes.
Cena servida durante la estancia en el santuario de Furumine. La sopa en la parte inferior derecha de la bandeja es kenchinjiru. (Foto cortesía de Yoma Funabashi.)
El placer de coleccionar sellos goshuin
Los goshuin son unos sellos especiales que puedes obtener siempre que visites un santuario o templo y lo mejor es que cada uno es único. Estos sellos han experimentado un enorme aumento en su popularidad desde principios de la década de 2010, ya que mucha gente aprecia su atractivo diseño gráfico. Cada vez más personas compran libros especiales para sellos llamados goshuin-cho y recorren diferentes templos y santuarios para ampliar su colección.
El santuario de Furumine ofrece numerosos diseños diferentes de sellos goshuin. (Foto cortesía de Yoma Funabashi.)
Los goshuin-cho son cuadernos especiales para coleccionar goshuin. Resulta fácil apreciar el atractivo de los diferentes sellos con escritura a mano como pieza de diseño gráfico.
¿Por qué sumergirse en la tradición?
Ver un templo o un santuario en persona te brinda un sentido de la tradición que no puede experimentarse al leer o ver un vídeo. En ese sentido, visitar templos y santuarios es una de las mejores formas posibles de aprender sobre las tradiciones y la cultura japonesas.