2013 No.11

Los tejidos japoneses abrigan al mundo

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Los textiles de Japón

Desde tiempos antiguos los japoneses han refinado sus técnicas de teñido y tejido, dando forma y color a su cultura a lo largo de un camino hacia un futuro prometedor.

Escrito por Nagasaki Iwao

No se sabe con certeza en qué momento los japoneses dominaron el arte de hacer tejidos, pero podemos suponer que ya usarían tejidos con diversos propósitos en la época en que habían establecido su cultura agraria en los siglos IV y III a. de J.C. Se han excavado telas de seda tejidas formando dibujos en yacimientos arqueológicos de los siglos V y VI d. de J.C. A partir de esa época, se cree que entraron en el país elementos culturales y artesanos procedentes de la península de Corea y China, trayendo con ellos nuevos métodos para hacer tejidos.

Aprendiendo de los artículos importados: Los japoneses aprenden nuevas técnicas y las hacen suyas

Las técnicas textiles en Japón experimentaron un mayor refinamiento en los siglos VII y VIII, cuando se introdujeron muchos elementos culturales de la China durante el periodo de las dinastías Sui y Tang. Un ejemplo de esto es el nishiki, un tejido mon-orimono ornamentado y colorido que tiene dibujos de brocado en relieve. Por esta época se produjeron también artículos teñidos. Los métodos de teñido más destacados y populares entre la gente de la época eran los siguientes:

  • Teñido por atadura shibori-zome: En él se usa un hilo para atar partes de la tela, de forma que el tinte no pueda llegar a esas partes.
  • Teñido por resistencia bosen: Por el cual se aplica cera derretida en diferentes partes de la tela de manera que el tinte no pueda penetrar en ellas, y forme un dibujo.
  • Teñido en tabla itajime-zome: La tela se sujeta con fuerza entre dos tablas de madera que tienen un dibujo tallado en relieve. Las partes sujetas de la tela quedan protegidas del tinte, quedando en ellas un dibujo blanco.

El bordado también comenzó alrededor de la misma época. Las técnicas de teñido mencionadas anteriormente se usaban no solamente en prendas de vestir, sino que también se empleaban para tejidos que servían para cubrir el suelo y para telas decorativas que se colgaban de las columnas y el techo de los templos budistas.

Después de que fueran suspendidas las relaciones diplomáticas con China en el siglo X, los tejidos adoptaron un distintivo estilo japonés. Las clases superiores adoptaron el uso de telas tejidas con hilos teñidos, en vez de telas teñidas después de haber sido tejidas. Se puso de moda el uso de múltiples prendas finas de diferentes colores, cada una de ellas hechas con seda mon-orimono, dejando ver su propio dobladillo, el cuello y las mangas en un hermoso arreglo de capas superpuestas de diferentes colores.

El derecho y el revés de las telas estaban adornados con diferentes combinaciones de colores formando motivos que representaban plantas, insectos y otras manifestaciones naturales de una estación del año concreta. Cada motivo tenía su propio nombre, y había alrededor de 130 combinaciones de colores. El motivo que se elegía correspondía a la estación del año en que se estaba.

Este es el aspecto que tenía la vestimenta formal femenina alrededor del siglo XII. Las mangas y los dobladillos de múltiples prendas de seda mon-orimono transmiten belleza por medio de sus bandas de colores superpuestas. (Propiedad del Museo Nacional de Kioto)

Esta ilustración que muestra una mujer vestida con atuendo kosode está titulada Una belleza mirando hacia atrás. De Hishikawa Moronobu (siglo XVII). (Propiedad del Museo Nacional de Tokio) Imagen: TNM Image Archives

El kimono impulsa la cultura de la moda hacia nuevas técnicas de teñido y tejido

Entre los siglos XIII y XVI el kosode evolucionó hasta convertirse en el actual kimono, desempeñando un papel primordial en la moda japonesa de todas las clases sociales. Y más tarde, a principios del siglo XVII, cuando el shogunato Tokugawa marcó el comienzo de lo que se convertiría en un periodo de 300 años de paz, la moda femenina evolucionó con rapidez hacia un estilo ornamentado, aunque el nivel de ornamentación dependía en cierto modo de la clase social.

Aproximadamente a finales del siglo XVII hicieron aparición nuevas técnicas de teñido, entre las cuales se encontraba un proceso que todavía se usa hoy en día: yuzen-zome. En esta técnica, los contornos de los dibujos se trazan como si fueran trozos de hilo fino, usando una pasta de almidón resistente para proteger los contornos del tinte. Como resultado se obtienen dibujos exquisitos, de un notable colorido, tan hermosos que este proceso se extendió por diversas partes del país y fue utilizado no solamente para prendas kosode femeninas, sino también para otros artículos textiles, como por ejemplo las telas para envolver regalos.

De esta manera, a principios de la era moderna se empleaban varias técnicas de teñido con las que se creaban dibujos especiales, característicos de cada una de las técnicas. Sin embargo, las técnicas de brocado en relieve mon-orimono no desaparecieron por completo. El teatro noh, con sus actores enmascarados, creció en popularidad especialmente entre la clase militar, y la producción de vestuario para este teatro tuvo un gran auge. Las telas usadas para estos vestuarios con frecuencia estaban tejidas con la técnica mon-orimono.

El cultivo del algodón se extendió en el siglo XVIII, impulsando la creación de telas de este material. Debido a sus precios asequibles, la gente común adoptó este tipo de tela rápidamente y pronto comenzaron a producirse en muchas zonas artículos de algodón teñidos. Fue aproximadamente en esta época cuando las telas de algodón comenzaron a formar parte de la cultura de la gente común, una cultura que pervive hoy día de diversas formas, incluyendo telas teñidas por el método de atadura que se producen por todo el país y telas decoradas con un efecto kasure de dibujos salpicados, que se logra utilizando hilo teñido con pequeñas pintas en el tejido de la tela.

Técnicas transmitidas a través de los tiempos, hacia el futuro

Después de que el sistema feudal de Japón terminara a finales del siglo XIX, se impuso la influencia de la civilización occidental. Aunque la tradición textil de la nación permanecía viva, aparecieron enfoques completamente nuevos para el teñido y el tejido con la importación y posterior desarrollo de tintes químicos y telares mecánicos. Esto trajo como consecuencia la creación de las técnicas de teñido y tejido que prevalecen actualmente en la cultura japonesa moderna.

La ropa tradicional experimentó un cambio importante como consecuencia de las nuevas tecnologías, y con ello los nuevos edificios construidos en estilo occidental mostraban en algunas de sus paredes y sillas tapicerías con los nuevos estilos de tela. Incluso las tradicionales telas furoshiki para envolver objetos se fabricaban con las nuevas técnicas.

Más tarde, en Japón se desarrollaron fibras químicas todavía mejores. Pero no debemos olvidar que las raíces de la actual cultura textil se remontan en una línea continua hasta la antigüedad.

Nagasaki Iwao
Después de haber desempeñado el cargo de Director de la División de Teñido y Tejido del Museo Nacional de Tokio, llegó a ser profesor de la Facultad de Economía Doméstica de la Universidad Femenina de Kyoritsu, una posición que ocupa actualmente. Ha investigado sobre muchos aspectos de la historia cultural de la ropa japonesa y de la decoración de las prendas de vestir, incluyendo el teñido, el tejido, la indumentaria y los dibujos. Ha participado con frecuencia en la planificación de exposiciones sobre el teñido, el tejido y la decoración de prendas de vestir.