¿Por qué gustan tanto los parasoles en Japón?

Una mujer con un parasol

   El archipiélago japonés abarca una enorme distancia de norte a sur, por lo que muestra una gran variedad de diferentes climas, que van desde temperaturas subárticas hasta subtropicales, mientras que los veranos se caracterizan por un tiempo muy cálido y húmedo, con mucha exposición al sol. Los parasoles son artículos muy populares para evitar la intensa luz del sol y aumentar la comodidad durante el verano. Ver a tanta gente caminando con su parasol a veces puede resultar extraño a los extranjeros. ¿Por qué son tan populares los parasoles en Japón? Veamos.

¡Las sombrillas de estilo occidental llegan a Japón!

   Los parasoles eran muy populares en la Europa del siglo XIX, como se ilustra en una pintura del impresionista francés Claude Monet, que muestra una mujer sosteniendo uno de ellos. Sin embargo, la costumbre de llevar parasol desapareció gradualmente con el tiempo. Aunque algunos países siguen usándolos, la costumbre de utilizarlos como objeto cotidiano parece ser exclusiva de Japón.

En el siglo XIX, cuando Claude Monet pintó "Mujer con sombrilla. Madame Monet con su hijo", los parasoles eran habituales entre las mujeres de clase alta, en Francia y en toda Europa.

   Las sombrillas de estilo occidental llegaron por primera vez a Japón hace unos 160 años. Antes de su llegada, la gente usaba sombrillas japonesas, hechas de bambú y papel impermeabilizado con laca y aceite, para protegerse tanto de la lluvia como del sol. En el periodo Edo (1603–1868), eran un accesorio diario y se utilizaban como atrezo en las representaciones de kabuki, una forma popular de entretenimiento para el público en general, en las que la moda es llevarlas en el cinturón.

Izquierda: Una niña japonesa con una sombrilla y un bebé en un portabebés (1860–1910)
Derecha: Dos mujeres con un parasol, Japón (1867)

Sombrillas occidentales: ¡El accesorio imprescindible!

   Cuando se importaron las sombrillas occidentales por primera vez, eran muy caras en comparación con las japonesas, lo que significa que no eran accesibles para todo el mundo. Algunas de las pinturas y fotografías de la época muestran a la gente usando el kimono japonés tradicional mientras sostienen sombrillas occidentales. Para las mujeres de clase alta, las sombrillas occidentales eran un artículo elegante y de lujo. Estaban hechas de materiales como algodón y lino, con borlas de seda en el mango y la punta para resaltar su elegancia.

Izquierda: Mizuno Toshikata "La estación y sus modas (Mitsui Gonomi: Miyako no Nishiki): Otoño: Dibujando en exteriores (1905–1906)
Derecha: Mujeres con parasoles en Motomachi, Kobe. Las ciudades portuarias como Kobe y Yokohama eran ciudades modernas que adoptaron rápidamente la cultura occidental. (En torno a 1925)

Los parasoles añaden color a los calurosos veranos japoneses

   Tras la llegada de las sombrillas occidentales, estas comenzaron a producirse de lleno en Japón y a extenderse entre el público en general. En la segunda mitad de los 90, se desarrolló un tejido capaz de bloquear un alto porcentaje de luz, lo que dio lugar a la producción de parasoles que impedían el paso de los rayos UV. Se volvieron muy populares entre las mujeres que querían evitar la radiación ultravioleta. Además, estas sombrillas repelían el agua, por lo que la gente podía protegerse tanto de la lluvia como del sol. Los japoneses suelen usar paraguas incluso con lluvia suave, por lo que se volvieron muy habituales, ya que proporcionaban protección adecuada contra el sol y la lluvia en un solo artículo.

Izquierda: Se ofrecen en diversos colores y diseños para adaptarse a diferentes gustos y conjuntos. (Foto cortesía de Odakyu Department Store)
Derecha: Los parasoles pueden utilizarse en el trabajo y durante las vacaciones

   Durante mucho tiempo, los parasoles eran un objeto utilizado solo por las mujeres, pero esto cambió en 2007. Ese año, Japón experimentó un verano muy caluroso, con temperaturas récord en todo el país que aumentaban el riesgo de sufrir golpes de calor. Según el Ministerio de Medio Ambiente, el uso de un parasol con un índice de bloqueo de la luz del 99 % o superior reduce la cantidad de sudoración en un 17 % cuando la temperatura exterior es de 30 grados. El uso de sombrillas para evitar la intensa luz del sol y mantenerse frescos comenzó a extenderse también entre los hombres.

Al medir el índice de calor (WBGT), se puede comprobar que el uso de parasol reduce el calor entre 1 y 3 °C comparado con permanecer de pie al sol. *Se muestra en la imagen. (Foto cortesía de World Party Co., Ltd.)

   En 2013, el número de hombres que usaban parasol volvió a aumentar debido a un nuevo récord de calor y el término higasa-danshi, que significa un "chico parasol", se extendió.

Izquierda: Las escenas urbanas de hombres con parasol son cada vez más habituales.
Derecha: En las redes sociales se realizaron actividades de promoción de higasa-danshi (Foto cortesía de ©huistenbosch/J-20040)

   En los últimos años, algunas escuelas han estado enseñando a los estudiantes a usar parasoles cuando van andando a la escuela para prevenir los golpes de calor. Se han diseñado parasoles específicos para niños, además de impartirse lecciones sobre cómo utilizarlos correctamente. También se ha recomendado que todos los estudiantes, de la escuela primaria a la secundaria, usen parasol cuando caminen entre su casa y la escuela en pleno verano.

En la actualidad, los estudiantes de la escuela primaria a la secundaria usan parasol a diario.

   Los parasoles son un artículo elegante que también es útil para soportar los calurosos veranos de Japón. Ahora todo el mundo los utiliza, lo que añade color al paisaje veraniego.