La otra sede de la Expo, el Área de Seto, se encuentra situada en la parte sur de la ciudad de Seto. Las colinas arboladas que rodean la ciudad se subrayan por una capa de arcilla, ideal para la fabricación de cerámicas de barro y porcelanas, por lo que no es extraño que Seto se haya desarrollado como un centro de la industria cerámica. El Río Seto que atraviesa la ciudad tiene un tiente marrón, el color de la arcilla.

En esta zona se viene fabricando cerámica a lo largo de los siglos, tomando una especial relevancia a mediados del siglo XI. Desde entonces, se elabora todo tipo de artesanía del barro, desde objetos para la mesa hasta artísticos utensilios para la ceremonia del té. A medida que fue pasando el tiempo, Seto se fue identificando de tal manera con la cerámica que la palabra seto-mono (utensilio de Seto) significa ahora “Objeto de cerámica”. Una vez que fueron introducidas las técnicas de la porcelana desde Kyushu a comienzos del siglo XVIII, los objetos fabricados en Seto se extendieron por todo el país.

La porcelana blanqui-azul de Seto, expuesta en la Exposición Universal de 1873 en Viena fue galardonada con la medalla de oro en uno de los concursos. Por ello, la relación de Seto con la organización de las Ferias Universales viene de lejos.

Seto es una ciudad apacible con casas antiguas de madera, pequeños paseos salpicados con los juegos de los niños y el paso lento de las señoras que se saludan al encontrarse, en una atmósfera de hilos de humo que surgen de las chimeneas…Venga a Seto y viajará al antiguo Japón. Los perros guardianes de la entrada del Monasterio de Fukagawa, la campana del Templo Houn-ji, el monumento hexagonal de 4,1 metros de altura en el Parque de Toso… todas estas maravillas están fabricadas - aunque no se lo crea - con cerámica.

Las colinas de los alrededores cuentan con múltiples hornos de cerámica en sus pendientes, denominados en el lugar hora hongyo-gama. Este y otros puntos de interés atestiguan la larga historia de la producción cerámica en la zona. Un estrecho camino, Kamagaki* no Komichi aún serpentea a través del distrito de hornos Hora-machi. El camino cuenta sólo con 400 m de longitud y 180 cm de ancho y, en sí mismo, es anodino; sin embargo, en un tiempo fue un camino importante para la industria. En aquellos tiempos, el camino estaba envuelto en el crujido de los carros y el trasiego de los trabajadores con las garrochas sobre sus hombros, portando objetos colgados en sus extremos. Detenga su camino y escuche - podrá distinguir las voces y el tintineo de los objetos de cerámica y porcelana transportados por el camino.

Hay muchos museos y galerías de arte a visitar. Uno de ellos, el Centro Municipal de Multimedia y Cerámica Tradicional de Seto, nos muestra muchas de las características de la artesanía blanqui-azul, tanto antigua como moderna. Aquí tendrá la oportunidad de acercarse a los diseños y dibujos sobre cerámica antes de pasar por el horno una vez más, así como los objetos que giran veloces en los tornos.

La cerámica llena la vida de la ciudad. Por supuesto, encontrará tiendas en las que podrá ojear y comprar objetos. Los visitantes de la Expo 2005 quizás deseen expandir sus horizontes y explorar el mundo del seto-mono.