NIPPONIA No.21 15 de Junio, 2002
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Reportaje Especial*
Tras 30 años de investigación, la alimentación artificial y el cultivo del atún están a la vuelta de la esquina.
Las capturas en las aguas costeras han ido disminuyendo durante los últimos años, por lo que el mercado está tendiendo hacia productos procedentes de las piscifactorías. El objetivo es proteger los recursos marinos y asegurar un suministro regular desde las piscifactorías, y hay esperanza de que esto se pueda lograr a través de un ciclo completo de cultivo piscícola, que comienza con la incubación artificial con huevas producidas en cautividad. La tecnología que esto implica fue desarrollada hace 20 años para especies como el besugo, el pez globo y el lenguado, y estas especies son cultivadas actualmente en piscifactorías. Pero debido a que la perca plateada es una especie migratoria, es extremadamente difícil la incubación artificial, por lo que los productores se han visto forzados a depender de los alevines de esta especie capturados en alta mar.
La investigación sobre incubación artificial de la perca plateada está obteniendo resultados positivos. Mientras tanto, el Instituto de Investigación Pesquera de la Universidad de Kinki está próximo a lograr un ciclo completo de cultivo para el atún migrador.
El atún adulto, de un metro de longitud, se encuentra ahora en los grandes tanques del Instituto. El director de este centro, Kumai Hidemi, nos comenta: Tomamos huevas del atún negro hembra que vive en libertad y los hemos criado de forma artificial.
El Instituto ha alcanzado el nivel actual tras 30 años de ensayo-error. Pero para conseguir el ciclo completo de cultivo, nos dice Kumai, se tendrán que incubar y criar artificialmente las huevas generadas por el atún en cautividad. A los consumidores japoneses les gusta el atún, incluso más que la perca plateada o el besugo, y el día en que las piscifactorías puedan garantizar un suministro regular de atún está cercano.
Una piscifactoría de abalón en el Centro Pesquero Municipal de Nagasaki.
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El Centro produce unos 200.000 abalones al año. Estos crecen hasta un diámetro de 2 cm en un año y después son liberados en el mar. El abalón come algas, especialmente wakame y kombu.
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Los buceadores los colocan entre las rocas en el mar, para protegerlos de los depredadores.
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Los bosques una importante fuente de nutrientes para el mar
Mientras algunos esfuerzos son direccionados hacia el ciclo completo de cultivo en piscifactorías, otros se dirigen a estimular la pesca costera incrementando los recursos marinos.
Una de las formas de lograrlo es incubando de forma artificial el pescado y la almeja, y después liberándolos en el mar cuando alcanzan un determinado tamaño. Esto se hace con diversas especies como el besugo, el lenguado y el salmón, y especialmente con el abalón y el erizo de mar, especies cuya mayoría de sus miembros permanecerán probablemente en la bahía, al contrario que muchas otras especies.
Otros dos intentos se basan en sumergir bloques de concreto en el agua para construir hábitat artificial para los peces, y boyas flotantes en mar abierto para liberar su alimento.
Un creciente número de cooperativas piscícolas están enfrentando la sobre pesca. Solicitan a sus miembros que liberen los peces que no alcanzan determinado tamaño (las normas dependen de cada especie) y designan días de fiesta en los que no se debe pescar.
Otra tendencia observada en Japón es plantar árboles en las montañas, incluso en laderas bastante alejadas de la costa. Las hojas se convierten en humus, que permite la purificación del agua en la medida que la filtra en el suelo. El agua es así apta para el consumo y la agricultura, y el humus libera nutrientes en los ríos que fluyen al mar y proporcionan alimentación para el plancton y las algas, que serán en su momento engullidos por los peces. De esta manera, los bosques acaban alimentando a los peces.
Cuando los bosques se ven afectados, los lugares de pesca también lo son. Cualquier acción para mejorar el océano dará como resultado la expansión de los ecosistemas de todo el planeta. ![](../../../common/images/mark_ni.gif)
Los residentes de la localidad y los pescadores colaboran con la Asociación para la Repoblación de Hayas del Monte Chokai, plantando unos 13.000 árboles latifoliados en el Monte Chokai en la frontera entre las prefecturas de Akita y Yamagata en el norte de Japón. Todos los años plantan árboles jóvenes con resultados excelentes los sandfish (Arctoscopus japonicus) de las aguas cercanas estaban progresivamente declinando y ahora han iniciado la vuelta.
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