NIPPONIA No.24 15 de Marzo de 2003
|
|
Reportaje Especial*
Amantes de los árboles
El medio ambiente se está deteriorando y los bosques disminuyen. Estos hechos son para mucha gente un motivo de preocupación, por lo que han decidido ayudar a convertir de nuevo a la Tierra en un planeta verde. En estas páginas repasaremos distintas aportaciones hechas en pro del medio ambiente, tanto en Japón como en otros países.
Texto: Torikai Shin-ichi y Fukushima Emi
Fotos: Takeda Norihisa y Kono Toshihiko
Otras fotos cortesía de la Fundación Japón para los Bosques; Red de Planeta Verde
El mar necesita los bosques
Hatakeyama Shigeatsu, Coordinador de la Asociación para el Cuidado del Bosque de Ostras
El océano y los bosques están comunicados por los ríos, por lo que tenemos que pensar en la cuenca de un río y en el medio marino como partes de un mismo ecosistema
Hatakeyama Shigeatsu cultiva ostras en la Bahía de Kesennuma, Prefectura de Miyagi. Durante una visita a Francia en 1984, tomó conciencia de que tenía que contemplar de forma más directa la relación entre el mar y los bosques.
Quedó sorprendido por la calidad de las ostras que se cultivaban en la desembocadura del Loira, en el oeste de Francia. Así mismo, quedó sorprendido por otra cosa: los estanques de agua salada en los lodazales contenían pequeños peces y otras minúsculas criaturas. Eran las mismas condiciones que había hace varios años en mi propia Prefectura, en Japón, cuando era un niño.
Ante esto, comenzó a examinar diferentes partes de la cuenca del Loira. Observó que la parte alta del curso del río tenía numerosos bosques y más de una docena de ramales. Este detalle me hizo pensar que quizás los bosques y los arroyos tenían gran importancia en el rico hábitat marino.
De vuelta en Japón, decidió plantar árboles en el Monte Murone, las fuentes del Río Okawa que fluye hacia la Bahía de Kesennuma. Así mismo, animó a otros acuicultores a plantar árboles en la montaña, como medio de mantener sanas sus granjas de ostras. La plantación actual data de 1989.
Por otra parte, se solicitó a la Universidad de Hokkaido que estudiara las condiciones de la bahía. A partir de estos estudios conocieron que más de la mitad de los nutrientes necesarios para la vida marina en la bahía provenían de las aguas del río, como pequeños tesoros del bosque.
Se han plantado alrededor de 50 especies de árboles latiofoliados de hoja caduca, como hayas y robles mizunara 30.000 árboles en total. También se han organizado celebraciones, e invitado a participar a niños y sus padres, que viven en las montañas, para aprender cosas del mar a través de la experiencia personal.
Hatakeyama nos comenta que al plantar árboles en las montañas, en los nacimientos de los ríos, también plantamos ideas de medio ambiente y conservación en las mentes de las personas que viven en sus cuencas. Si no hiciéramos ambas cosas, fracasaríamos en las dos.
Como dice él, la interacción entre la gente de las montañas y la de la costa ha permitido a ambas tomar conciencia de la necesidad de trabajar juntos para proteger el medio natural del bosque y del río. El Río Okawa cuenta ahora con el agua más clara de todos los ríos de la prefectura, y la vida marina en la Bahía de Kesennuma es variada y sana.
![image](../../images/feature/13_1.jpg) |
![image](../../images/feature/13_2.jpg) |
Izquierda: Hatakeyama Shigeatsu con un ejemplar de ostra cultivada. Estas se alimentan de nutrientes de las aguas del mar. Los nutrientes procedentes de los arroyos del bosque les dan una mayor consistencia y un sabor más jugoso.
Derecha: Este lugar se llama Kaki no Mori (Bosque de Ostras). Los árboles fueron plantados en 1989 a una altura de unos 700 m en el Monte Murone (cima, 895 m sobre el nivel del mar).
|
|