El Castillo de Morihachi se encuentra en Narihira, la zona este de un
bullicioso distrito de Tokio llamado Asakusa. En realidad, el nombre
verdadero de este castillo es O-shiro no Morihachi. Se encuentra allí,
a la vista de todos, en un área poblada por multitud de casas y tiendas
próximas las unas a las otras. El piso principal está dedicado a
una
tienda que vende pequeños pasteles tradicionales. La tienda se llama
Morihachi y fue establecida en 1933.
El anterior dueño tuvo la idea del castillo tras construir
una puerta utilizando el diseño de una puerta de castillo verdadera.
Si había ido tan lejos, ¿Por qué no continuar?
En 1981, la tienda terminó pareciéndose a la torre
principal de un castillo japonés. Su interior cuenta con
tres pisos, para tienda y residencia. Preguntamos a su actual propietario,
Mori Yaichi, sobre los retos que supuso su construcción.
Mi padre visitó diferentes partes del país observando
los castillos, después decidió construir algo que
hiciera realidad sus fantasías. Le pidió a un arquitecto
local que se lo diseñara y a partir de ahí se hicieron
multitud de pruebas. El tejado fue la parte más complicada
y mi padre terminó solicitando el consejo de un carpintero
tradicional, que había trabajado en la reconstrucción
del tejado del Castillo de Nagoya.
También se presentaron
otros problemas. Por ejemplo, deseaban instalar una red de barras
en las ventanas, al igual que en los castillos de verdad, pero de
acuerdo con la Ley Japonesa de Servicios Contra Incendios, sólo
se permitía la colocación de las barras cuando fueran
añadidas más puertas de emergencia. Una cosa inesperada
siguió a otra y los costes de construcción resultaron
mucho más altos que los planeados, que en su origen eran
de 150 millones de yenes. Así mismo, surgieron nuevas y espectaculares
ideas, como grandes murales en el techo de la tienda. Parece que
no es fácil hacer realidad un sueño.