Con el fallecimiento del Emperador Showa en 1989,
la Era Showa llegó a su fin en Japón y se inició
la Era Heisei. En ese mismo año, Kani Tsuyoshi terminó
de construir su hogar castillo, por lo que lo llamó
Castillo de Heisei Kani. Su casa está situada en un terreno
de 1.370 metros cuadrados, que constituyen casi en su totalidad
el espacio del castillo la torre principal tiene tres pisos,
por encima del honmaru (recinto principal) y cuenta con un anexo
que representa el ninomaru y sannomaru (recintos secundario y terciario,
respectivamente). En lo alto de la torre principal ha colocado dos
tejas shachihoko decorativas, que brillan con la luz
dorada, trayéndonos a la memoria un castillo japonés
real.
Kani perdió a sus padres cuando era muy joven. Durante los duros
años
que sucedieron, su sueño fue el convertirse en señor de su propio
castillo, al efecto de un señor feudal que poseía el único
castillo
existente en su provincia. El sueño de Kani se hizo realidad cuando
llegó a los 40, tras hacer dinero con un negocio de gravilla.
Su deseo fue que la comunidad pudiera usar su castillo para diferentes
propósitos, por lo que diseñó el primer piso de la torre
principal con
una sala única. La sala tiene una dimensión de 40 esteras gruesas
(tatamis), suficientemente amplia como para que las gentes de su
localidad pudieran mantener reuniones y fiestas. El segundo piso se
convirtió en un recinto para karaoke, para que todo el mundo se pudiera
divertir. Lo he pensado como una especie de centro comunitario, nos
dice sonriendo.
Los hijos de Kani han crecido y se han independizado, por lo que ahora
vive solo en este espacioso castillo.