Reportaje EspecialEl sake japonés
Las tiendas japonesas de licores venden bebidas provenientes de todo el mundo, pero para las ocasiones especiales el sake es lo primero. Hoy en día sigue vigente la idea de que tras él hay algo sagrado. Está hecho de arroz, el alimento básico del país, y cuando los más remotos antepasados oraban por una buena cosecha de arroz, suponemos que lo hacían al dios del sake. Ese dios kami está en los santuarios sintoístas de todo el país, incluidas las ciudades históricas de Kioto (santuario Matsuo Taisha) y Nara (santuario Omiwa).
Durante las ceremonias y rituales religiosos se bebe sake, desde luego, y también se utiliza como ofrenda, se le echa a la gente para divertirse, y se rocía el suelo con él. El objetivo es celebrar, orar, purificar o aplacar al dios. En Año Nuevo, en el festival de las muñecas y en otras celebraciones sekku que marcan ciertas fechas del año, se ofrece sake para dar la bienvenida a los dioses, y entonces se toma con comida. Cuando se firma un contrato importante de negocios, o cuando se hacen promesas, se bebe en copas especiales: un bonito ejemplo es el intercambio san-san kudo “3 sorbos, 3 copas” entre el novio y la novia en la boda.
Con el cambio de estaciones también cambia la naturaleza, lo que se celebra con sake. En primavera el florecimiento de los cerezos invita a la gente a festejarlo bajo sus ramas; sus flores son la atracción estrella para los japoneses de hoy en día. Algunas personas celebran fiestas para ver la luna en otoño y la nieve en invierno.
El mundo del sake es rico también en otros sentidos, por ejemplo, en la amplia variedad de copas y botellas. Las botellas blancas contienen sake consagrado para los dioses, simbolizando la naturaleza pura y sagrada del alcohol. Poseen una serena belleza propia. Igualmente hermosos pero diferentes son los contenedores de laca rojos y negros, decorados con mucho gusto con oro o plata. Con ellos los buenos augurios para la ocasión resultan aún más especiales.
Como puede verse, para los japoneses el sake es mucho más que una bebida alcohólica: forma parte integral de su cultura y sus costumbres.
Arriba izquierda: Cuando la floración de los cerezos está en su punto álgido es casi como si los árboles estuvieran invitando a la gente a una fiesta con sake bajo sus ramas.
Arriba derecha: Sake amazake dulce servido durante el festival de las muñecas (3 de marzo). Esta variedad se elabora a partir de gachas de arroz y moho kome koji, y es baja en alcohol.