Reportaje EspecialEl sake japonés
Una sacerdotisa miko del santuario (derecha) escancia sake consagrado en una copa sostenida por la novia (izquierda). La novia y el novio beberán de la misma copa, simbolizando su voluntad de compartir los problemas que puedan surgir en el futuro.
En Japón la edad adulta se alcanza a los 20 años. Y esa es la edad legal para beber alcohol. Todos los años el segundo lunes de enero se celebran ceremonias de mayoría de edad por todo el país. Vestida con un kimono de fiesta, esta mujer bebe sake o-miki para celebrar su nuevo estado.
Ser el número uno en una elección, en una competición deportiva o en cualquier otra iniciativa es motivo de celebración. Aquí están destapando un barril de sake que se dedicó a un dios. La parte superior del barril se llama kagami (literalmente “espejo”), y el ritual se llama kagami-biraki (romper el espejo).
Antes de iniciar un proyecto de construcción, un sacerdote del santuario sintoísta va al lugar y celebra el rito jichinsai, en el que se dirige al dios relacionado con aquel pedazo de tierra para asegurar una construcción favorable. Se le ofrece al dios un sake o-miki, y después se rocían con él las cuatro esquinas para purificarlo.