Los teléfonos móviles han entrado de forma inexorable en la vida cotidiana de la gente de todo el mundo, y especialmente en Japón. Para los usuarios japoneses de móviles - conocidos en el país con la forma abreviada de keitai - estas pequeñas máquinas se han convertido en algo más que simples herramientas de comunicación. En la calle, en los trenes e incluso en las bicicletas, millones de personas se muestran fascinadas por estos pequeños artilugios.
Yo utilizo mi keitai fundamentalmente para el correo electrónico. La mayoría de mis amigos tienen uno. Una vez que se tiene un keitai ya no se puede parar de usarlo, comenta una estudiante de bachillerato de 17 años.
El número de abonados de keitai en Japón casi ha alcanzado la cifra de 80 millones en los últimos años. es decir, prácticamente toda la población excepto los más mayores y los niños. Entre los más deseados se encuentran los capaces de mantener Internet y correo electrónico.
Estos ingenios multifuncionales están alterando de forma radical la vida de los japoneses, nos sugiere Washida Yuichi, Director de Investigación del Instituto Hakuhodo para el Estudio de la Vida y los Modos de Vida. La gente se siente apegada a estos diminutos instrumentos porque les ofrecen nuevas formas de interrelacionarse, hacer amigos y jugar.
Las investigaciones realizadas en este Instituto revelan que para el año 2005 más del 15% de los usuarios de keitai esperan utilizarlo también como cámara fotográfica, diccionarios y monedero.
La comunicación es una necesidad humana no una simple actividad cultural, nos comenta Phillip Sidel, profesor adjunto de mercadeo en la Universidad Internacional de Japón. Japón cuenta con el privilegio de jugar con una red de comunicaciones muy evolucionadas.
Pero los keitai también tienen su lado negativo.
Me sigue sorprendiendo ver a todo el mundo - jóvenes y viejos - tecleando en el tren sus mensajes personales. Pareciera como si la cultura japonesa se estuviera desestructurando, asegura Adachi Junko, periodista del diario Mainichi Shimbun.
Con las funciones de cámara fotográfica y reloj en la mayoría de los keitai, los expertos predicen que estos ingenios acabarán con las ventas de cámaras y relojes, dado que el gasto en teléfono ya ha desbancado al karaoke y a la venta de libros y música.
Técnicamente, Japón es sorprendente. Los modelos nacionales son de cabeza y hombro no de mano como en todos los sitios, nos explica el crítico en tecnología Daniel Scuka, que gestiona el portal de Internet: wirelesswebjapan.com. Estos keitai se están metamorfoseando en mecanismos de computación.
Parece que la verdadera tendencia es que a medida que sigan evolucionando, irán cambiando Japón. ![](../../../common/images/mark_ni.gif)
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