El animé (dibujos animados) japonés es admirado en todo el mundo por su técnica de imágenes y la variedad de guiones. Uno de ellos, Sen to Chihiro no Kamikakushi (El viaje de Chihiro) ganó el Oscar al mejor trabajo de animé en la 75 Ceremonia de los Oscar. Nuevos trabajos de animé están saliendo continuamente, mientras que se siguen emitiendo por televisión las series famosas de hace 10, 20 o incluso 30 años. Las tasas de audiencia permanecen muy altas y no sólo entre las audiencias infantiles, sino también entre sus padres. Una de las series legendarias de televisión es Doraemon, que trata de las aventuras de un gato robótico que salva a un niño de todos los problemas en que se mete. Otras dos series – Sazae-san y Chibi Maruko-chan – muestran la vida familiar cotidiana.

Y luego están los nuevos trabajos de animé, surgidos de los manga para niños. Dos bien conocidos, Detective Conan y Inu-Yasha, muestran las proezas de los héroes con sus amigos. Tratan de amor, amistad y valentía, temas clásicos comunes a casi todos los trabajos de animé japoneses y manga. Trabajos de animé como estos constituyen un gran éxito en Japón y da a los padres y a los hijos la oportunidad de compartir tiempos de ocio.

Los japoneses compran alrededor de 4.000 millones de libros y revistas al año. No obstante, el número ha declinado ligeramente desde 1994 y algunos observadores señalan que la industria editorial ha entrado en “recesión”. Los teléfonos móviles e Internet están reemplazando en todos los sitios el placer y la información que solían proporcionar los libros.

Mientras la tendencia contemporánea es alejarse del soporte impreso, están emergiendo con muy buenos resultados los libros de auto ayuda, en los que se dan consejos sobre la vida cotidiana. En 1995, unos años después de la crisis económica, el libro de auto ayuda de Haruyama Shigeo, No-nai Kakumei (Una exploración revolucionaria del cerebro humano) se convirtió en uno de los libros de mayor venta, con 3,5 millones de copias vendidas. Este sólo fue el principio. En Taiga no Itteki (Una gota en el gran río), Itsuki Hiroyuki mostraba cómo los avatares de la vida pueden ser enfrentados con optimismo. Su libro vendió 2,5 millones de ejemplares en 1998. A este le siguió en 2001 Ikikata Jozu (Cómo gozar de la vida). Su autor, Hinohara Shigeaki, es un viejo médico de 90 años que continúa ejerciendo la medicina. Lleva vendidos más de 1,2 millones de ejemplares. Oite Koso Jinsei (La vida comienza a los cuarenta), de Ishihara Shintaro, Gobernador de Tokio, ha vendido 700.000 ejemplares desde su lanzamiento en 2002.

La economía japonesa continúa en una decadencia prolongada y su población se está haciendo mayor. Cada vez más japoneses piensan que éste es un buen momento de buscar una forma mejor de vivir, una forma que se salga del círculo exclusivo del dinero. Es por ello, por lo que la demanda de temas como “Cómo vivir feliz” está en aumento.