El kabuki, la variedad más famosa del teatro clásico japonés, cuenta con una gran estrella, llamada Nakamura Shidou. Ha ganado multitud de fans en todo el país no sólo por sus actuaciones en kabuki, sino por su presencia en la televisión y en películas. Este artista, que tiene 30 años, comenzó a aparecer en la escena del kabuki cuando se encontraba en el tercer grado de la enseñanza elemental. Mantiene las tradiciones de la familia de actores Yorozuya.
Nací en una familia de actores de kabuki, pero mi padre abandonó la idea de convertirse en actor cuando yo era un niño, por lo que crecí en una casa normal. No obstante, vi muchas veces el kabuki desde pequeño y me gustaba mucho, por lo que decidí convertirme en actor. El teatro kabuki se convirtió en mi tema preferido de trabajo y de juego y comencé a pensar en mí mismo como uno de sus actores. Para ir al teatro solía ir en tren y recuerdo que de pequeño pensaba que me movía entre el mundo del kabuki y el mundo real.
Se espera de los actores de kabuki que concentren sus estudios en el arte, pero Shidou se tomó su tiempo para ir a la universidad. Mi abuela me decía que debía ir a la universidad y pensar en mi futuro, y pensé que era lo más sensato. Quise demostrarle mi respeto ingresando en la universidad y especializándome en teatro. Como parte de mis estudios, asistí al kabuki e hice trabajos sobre ello. Esto fue una gran experiencia, porque era la primera vez que veía el kabuki desde fuera. Y me concienció más si cabe de lo interesante que era esa modalidad teatral.
Ahora, Shidou se pasa casi la mitad del año actuando en kabuki y la otra mitad como actor de cine y televisión. Su papel en la película de 2002, Ping Pong, le supuso alcanzar el premio al mejor actor en casi todos los festivales de cine de Japón.
Tanto cuando actúo en kabuki como cuando lo hago en el cine, lo que pienso es que soy un recién llegado.
Me presenté en la audición de Ping Pong porque deseaba conocer cuanto me costaría actuar. Fuera del mundo del kabuki, estoy en contacto con diferentes tipos de personas y guiones y todo lo que he aprendido de ellos y de las actuaciones me sirve para mejorar mi técnica en el kabuki. Cuando me encuentro en una producción de cine o televisión, siento en mí mismo, que me debo al kabuki.
El kabuki cuenta con una historia muy larga y los actores deben seguir formas y reglas muy estrictas, que han pasado de generación en generación. Pero cuando perfeccionamos esas tradiciones, podemos ignorar las tradicionales kata y mostrar nuestra propia personalidad. Esto estimula realmente a la audiencia, y conforma el tipo de actor que yo deseo ser.
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