NIPPONIA No. 40 15 de Marzo, 2007
Reportaje Especial
El mundo de las cosas monas o kawaii
Consumidores que entienden de moda
Jóvenes vestidas como les gusta. Ropa adornada con pieles, parkas, abrigos con cinturones de cintas, vaqueros muy estrechos, y conjuntos de minifalda y botas altas son algunas de las sugerencias para la temporada de otoño-invierno 2006-2007. Estilo de chica bonita, estilo adulto más chic… hay numerosas posibilidades, pero el efecto es el mismo: auténtico kawaii. Fotos tomadas en los distritos de Shibuya y Ginza en Tokio (véase también la foto de la siguiente página).
La época de oro japonesa de la prosperidad, que terminó al estallar la “economía de burbuja” especulativa, fomentó que la mujeres fueran tras sus sueños de modas internacionales y marcas occidentales con mucho estilo. En su punto álgido durante la década de 1980, la burbuja económica proporcionó a muchas jóvenes puestos de trabajo y dinero para marcas de lujo. Ha transcurrido un cuarto de siglo desde entonces. Muchas de aquellas mujeres fueron madres y les dieron a sus hijos ropa y aprecio por productos de alta calidad. Por eso, los adultos jóvenes de hoy en día tienen de manera natural buen ojo para la moda.
Estos amantes entendidos de la moda son bastante especiales respecto a la ropa que llevan. A primera vista los artículos de la marca Apuweiser-riche podrían parecer sencillos; pero bien mirados encontramos en ellos un sorprendente alto nivel de trabajo hecho a mano. Faldas llenas de pliegues, puños ribeteados muy amplios, orillas de faldas rematadas con encaje. Esa atención al detalle y al estilo desencadena una dosis refrescante de sorpresa expresada como “¡kawaii! ”.
Sin embargo, según Onishi, el director editorial de CanCam, la palabra kawaii no es exactamente una expresión, sino que deberíamos considerarla como una nota de exclamación de la mente de las chicas.
La moda femenina sigue evolucionando en Japón en respuesta a la búsqueda de lo kawaii. Sólo podemos preguntarnos qué futuro le espera. 
Un desfile de moda no es un acto corriente
La colección Chicas de Tokio
Septiembre 2006. Lugar: El Estadio Nacional Yoyogi de Tokio. Ebihara Yuri, Oshikiri Moe y otras modelos estrellas van apareciendo desde detrás del escenario y desfilan por la pasarela que hay en el centro de aquel enorme lugar. Las mujeres jóvenes del público, aquellas afortunadas que han conseguido entradas, impulsan un ambiente de emoción hasta el rojo vivo, pronunciando todo el tiempo en lentas sílabas: “¡Ka wa ii! ”.
Normalmente los desfiles de moda presentan la colección de un modisto a un número limitado de compradores y representantes de la prensa. Este desfile no. Se llama la colección Chicas de Tokio y está a la cabeza del mundo de los desfiles. Las prendas eran la última moda de los fabricantes de ropa; las modelos, estrellas de las revistas de moda; y las jóvenes del público no fueron espectadoras silenciosas sino compradoras entusiasmadas por prendas para su propio vestuario, y no dejaron de utilizar el móvil para encargar la compra de cosas que veían en el desfile.
Es la tercera vez que la colección se presenta de ese modo al público y, según los informes, ha llegado a vender 23 millones de yenes en un solo día. Una pequeña maravilla que especialistas en moda franceses y de otros países han venido a observar con interés creciente.
La empresa Xavel, Inc. fue la organizadora del desfile. Nagaya Ayako, empleada de la empresa, cree que la clave del futuro éxito en la venta de ropa de última moda reside en asegurar el aumento de las ventas de los almacenes con la compra por internet. Gracias a la colección Chicas de Tokio, las ventas por móvil a través de la página web de la empresa fueron gigantescas. Nagaya dice: “En la actualidad las modas kawaii ofrecen imágenes adultas y una actitud con más estilo en distintas direcciones. Intentamos que todos digan al unísono: “¡Ahora eso es lo kawaii !”.
Izquierda: Llamadas desde el móvil para encargar ropa como la de la pasarela. Si la gente del público susurra “¡Kawaii! ”, casi seguro que la prenda que están mirando se venderá rápidamente. La orden de compra mediante la combinación pasarela-móvil es un instrumento revolucionario.
Derecha: Modelos en la pasarela. El lugar para el acto era inmenso.
