Todos los años suben al monte Fuji unas 300.000 personas durante la temporada de alpinismo, que es en julio y agosto. ¿Cuál es la gran atracción? Para averiguarlo decidí subir yo mismo hasta la propia cima. No tenía experiencia en ascensión de alta montaña, pero me sentí preparado para atacar el pico más alto de Japón. Era un hermoso día de agosto.

Llegué al pie del monte Fuji y la primera parada fue en el santuario Fuji-san Hongu Sengen para elevar una plegaria por una buena subida. Después tomé el autobús de las 11 en la estación Fujinomiya de JR. Iba lleno de gente que iba a ascender la montaña igual que yo, aunque era un día laborable.

El autobús emprendió su ruta de dos horas hasta Shin Go-gome (la nueva quinta estación), que es el final de la ruta y el comienzo del camino de Fujinomiya hasta la cima de la montaña. Allí la altitud es de 2.400 metros.

Era un día perfecto para la ascensión, y vi que había un albergue cercano a la cumbre de la montaña. En realidad, parecía esperanzadoramente cerca. Comí algo a mediodía, hice unos estiramientos musculares como calentamiento y empecé a escalar lentamente.