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NIPPONIA No.33 15 de Junio, 2005 |
Japón por Dentro |
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(1)Tokio
(2)Osaka
(3)Costa de Rikuchu
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El Parque Nacional Costero de Rikuchu es una cinta de costa y agua que se extiende por el Océano Pacífico en el Norte de Honshu, la principal isla de Japón. Casi toda su longitud, unos 180 km, se encuentra en la Prefectura de Iwate. Esta costa, uno de los escenarios más sobresalientes de Japón, cuenta con dos partes características. Una de ellas, es una costa emergente al norte de la Bahía de Miyako ahí ha desaparecido la tierra dando la oportunidad a las olas de erosionar la línea de playa y producir acantilados y arrecifes. Al sur de la bahía se encuentra una antigua línea de costa sumergida, valles anegados cuando hace 10.000 años los océanos emergieron. En esta parte usted se encontrará con una línea de costa irregular llena de cabos y ensenadas.
La naturaleza ha moldeado la Costa de Rikuchu, siendo golpeada de vez en cuando por fuertes tsunamis. El escenario natural es tan magnífico que es difícil imaginar que algunos de los asentamientos a lo largo de la costa perdieron más de la mitad de sus residentes en tsunamis que arrasaron las playas tras terremotos submarinos cerca del distrito Sanriku, en 1896 y 1933.
La costa es recorrida por una línea férrea que ofrece servicios locales a los residentes. Estos trenes, gestionados por la Corporación Sanriku Tetudou, tienen generalmente dos vagones y ofrecen una gran oportunidad de contemplar todo el escenario costero. El mejor lugar para abordar el tren puede ser Miyako, punto de comienzo de la línea ferroviaria Kita Rias.
La pequeña localidad de Miyako es el principal punto de entrada de los turistas que visitan la Costa de Rikuchu. Observará que el distrito de Sanriku cuenta con una activa industria pesquera, basada fundamentalmente en saurio, bacalao y salmón. Tome el tren en la Estación de Miyako, probablemente un bonito tren de un vagón. El tren se balancea y traquetea llevando estudiantes de la localidad y personas de la tercera edad a sus destinos. Los túneles se suceden dejando ver en los intervalos pequeñas localidades cercanas a las vías.
Un buen lugar para hacer una parada es la Estación de Tanohata. En las proximidades se encuentra el Cabo Kitayamazaki, uno de los extraordinarios parajes de la Costa de Rikuchu. Echando una mirada hacia abajo a unos 200 metros las olas chocan contra los acantilados. Agárrese bien pues probablemente sus piernas comenzarán a temblar. Los acantilados se extienden unos 8 km a lo largo de la costa, marcados por cavidades que muestran el efecto de la erosión de las olas. Aquí la naturaleza ha pasado pacientemente cientos de años creando un escenario fantástico.
Finalmente, es tiempo de regresar al Ferrocarril de Sanriku. Si lo ha planificado de antemano podrá tomar un lujoso tren que rememora los viejos tiempos pasillos enmoquetados, lámparas de araña, acogedores asientos para cuatro
. El tren sólo hace un viaje de vuelta diario.
El tren se pone muy lento justo antes de cruzar el puente de hierro sobre el Río Akka. El inmenso Océano Pacífico se mece debajo impresionando a todos los viajeros. Cuando el mar está en calma sus aguas están teñidas de un azul brillante con matices de misterio.
Puede que el maquinista sea Ringo Tetsumi, y les explicará que el tren reduce la velocidad para que puedan contemplar el magnífico escenario. Puede que les haga notar que se pueden ver salmones luchando contra la corriente. Siempre se siente feliz al ver a los pasajeros gozando de este medio natural.
Unos 20 minutos más tarde usted llegará a Kuji, el final del recorrido. Este lugar es famoso por su uni bento, una caja con comida elaborada cociendo uni (palometa) con arroz y colocando encima uni al vapor. ¿Existe mejor manera de gozar de una comida que contemplando la belleza del mar en las aguas del distrito de Sanriku?
El Cabo Kitayamazaki es una de las bellezas naturales que se encontrará en el recorrido. Otros lugares indiscutibles para los amantes de la naturaleza son: la Playa de Jodogahama, con rocas blancas como torres sobre las aguas cristalinas; los magníficos acantilados de Unosi, donde el océano toma diferentes colores resaltando las rocas, y Sannoiwa, famoso por sus tres extrañas formaciones rocosas emergiendo del agua.
El océano ha esculpido la Costa de Rikuchu en extraordinarias vistas y una inmensa variedad de formaciones naturales, todas deseosas de cautivarle con su belleza.
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