Los medios de comunicación se hicieron inmediatamente eco de dos jóvenes japonesas que alcanzaron el oro en la Novena Edición del Campeonato del Mundo de Natación FINA, en Fukuoka. Tachibana Miya y Takeda Miho habían soñado durante algún tiempo en ganar la medalla de oro y lo consiguieron el 20 de Julio de 2001, en la final de dobles en natación sincronizada.
Hasta ese momento, el mejor resultado japonés en un campeonato internacional de natación sincronizada había sido una medalla de plata, durante los Juegos Olímpicos de Sydney, en el 2000. Las aspiraciones al oro siempre habían sido bloqueadas por el equipo ruso, número uno en el mundo. Pero Tachibana y Takeda cambiaron las cosas en el campeonato mundial de 2001, consiguiendo una puntuación más alta que las rusas en mérito artístico.
El campeonato es el evento más prestigioso del mundo y las rusas parecían ser una vez más las favoritas, por lo que nos esforzamos al máximo para ganar el oro.
Tachibana sonríe feliz al recordar aquel día. Takeda también sonríe: En la final representamos una pantomima cómica fue muy graciosa. Estaba nerviosa, por supuesto, pero utilicé el estrés a nuestro favor y puse en juego toda mi personalidad en la actuación.
Tachibana comenzó a practicar la natación sincronizada a los nueve años y Takeda a los siete. No pasó mucho tiempo hasta que ambas mostraron unas condiciones excepcionales muy prometedoras y en su adolescencia ya estaban representando a Japón. La experiencia y habilidad de Tachibana la colocaron en lo más alto de Japón y ganó siete medallas en los Juegos Olímpicos y campeonatos mundiales, incluida la victoria de este año en Fukuoka. Ella ha conseguido la mayoría de las medallas japonesas en natación sincronizada. Takeda, dos años menor que Tachibana, ha mostrado también un gran rendimiento. Además de su éxito en los campeonatos mundiales, obtuvo tres medallas dos de plata y una de bronce en dos Juegos Olímpicos.
¿Qué futuro les espera tras haber alcanzado lo máximo? Tachibana nos dice: Creo que podré rendir más en la natación sincronizada mundial que en cualquier otra cosa. Si no hubiera sido por este deporte, no me hubiera conocido tan bien a mí misma como lo hago ahora.
Takeda se suma a esa opinión, confesando: Haber con-seguido el oro no significa que esté en el final de mi carrera. Lo veo como una extraordinaria oportunidad para mirar hacia el futuro y gozar explorando mis posibilidades.
Tachibana y Takeda se encuentran en lo más alto de su deporte preferido. Pero esto no quiere decir, ni mucho menos, que se haya acabado su historia. Tienen puestos sus ojos en la próxima gran competición, tal y como declararon a la prensa el pasado 26 de septiembre. ![NIPONIA](../../../common/images/mark_ni.gif)
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