La ciudad de Ito, en la Prefectura de Shizuoka fue
pionera en la reforma de los sanitarios públicos. Los funcionarios
de la ciudad comenzaron a considerar que los sanitarios públicos
podían crear una mala imagen para el turismo, por lo que
promovieron la construcción progresiva de buenas instalaciones.
De hecho, a primera vista, los sanitarios públicos ni siquiera
parecen instalaciones sanitarias. La reacción del turismo
es excelente.
La empresa privada y los propietarios de establecimientos también
se vieron implicados, solicitando a los residentes locales su opinión
y construyendo sanitarios públicos bonitos que pudieran atraer
a los clientes. Una vez que se privatizó la Red de Ferrocarriles
Nacionales, en 1987, uno de los recién creados, los Ferrocarriles
del Este de Japón, lanzaron una Campaña Verde
para mejorar los servicios de los usuarios, teniendo como objetivo
los sanitarios, que habían venido siendo ridiculizados por
los pasajeros.
En otra respuesta a las demandas de mejores instalaciones, se creó
la Asociación Japonesa de Sanitarios en 1985. El objetivo
de la Asociación es promover el diseño innovador de
sanitarios públicos, en coordinación con los gobiernos
locales, varias organizaciones y personas a título individual.
La Asociación solicita el desarrollo de una conciencia
del diseño de los sanitarios. Así mismo, incentiva
los lazos con asociaciones similares en otros países y ofrece
asistencia para la promoción de sus objetivos.
Todos los años, la Asociación concede premios a los
‚10 Mejores Sanitarios. El Gran Premio de 1998 recayó
en la ciudad de Koshi-machi, en la Prefectura de Kumamoto. Todo
comenzó cuando se planearon nuevos sanitarios públicos
para un parque próximo a un conjunto residencial. La gente
de la comunidad y los funcionarios públicos coincidieron:
los sanitarios públicos deberían poseer una gestión
eficiente y tanto el comportamiento de los usuarios como la limpieza
diaria eran esenciales. Se decidió, por tanto, que un sanitario
público debería ser un lugar en el que todo el mundo
se sintiera confortable y una forma de conseguirlo era pidiendo
a la gente quitarse los zapatos y ponerse zapatillas antes de entrar,
al igual que cualquier japonés lo hace en casa.
Yoshida Michiro colaboró en el proyecto, desde la planificación
a las distintas etapas del diseño. Nos comenta: Al
quitarse los zapatos y ponerse zapatillas, da la sensación
que uno se encuentra utilizando el sanitario de cualquier casa en
una visita. Por ello, por supuesto que se deseará mantenerlo
limpio.
Cuando comenzaron a funcionar los sanitarios, voluntarios de la
localidad se dedicaron a su gestión.
Cuando le preguntamos al Sr. Kato, de la Asociación Japonesa
de Sanitarios, sobre cómo los sanitarios públicos
evolucionarían en el futuro, él nos contestó:
Ahora la atención está puesta en los sanitarios
escolares y en el desarrollo de sanitarios que cualquiera pueda
utilizar, incluyendo por supuesto a la gente con discapacidades.
Además el sistema de drenaje no debería tener ningún
impacto negativo en el medio ambiente. El trabajo sobre nuevas generaciones
de sanitarios ya ha comenzado.
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