Reportaje EspecialEl sake japonés
En los últimos años el consumo de sake ha disminuido a causa de la creciente popularidad de otras bebidas alcohólicas como el shochu (licor destilado tradicional) y la cerveza. Preocupados por el futuro del sake, las personas de estas dos páginas están trabajando para revertir la tendencia.
Escrito por Torikai Shin-ichi Fotos de Kono Toshihiko
Hasegawa Koichi
Hasegawa Saketen
El establecimiento de sake Hasegawa Saketen está en el distrito de Kameido, parte este de Tokio, y es conocido por su muy extensa selección. El presidente de la empresa, Hasegawa Koichi, la heredó de su padre y ha visitado fábricas de sake por todo el país en busca de las marcas con los mejores sabores.
Todo comenzó cuado él tenía veintitantos años, de lo cual ya hace unos treinta. Un día, estando en una taberna izakaya, alguien le propuso que probara un cierto sake ginjo-shu. “Aquello me abrió los ojos. ¡Nunca pensé que el sake podía estar tan bueno!”
Por entonces se consideraba que el sake ginjo-shu y el daiginjo-shu eran para compradores aficionados y los fabricantes no los suministraban mucho. La taberna Hasegawa tampoco los vendía. Pero eso era entonces. Hasegawa continuó viajando por las fábricas del país en su tiempo libre y desarrolló una afición aún mayor por esos tipos de sake. Los fabricantes recibieron a aquel visitante inesperado con los brazos abiertos, le ofrecieron catas de sus productos, y lo introdujeron en su filosofía de elaboración.
“La elaboración del sake requiere tiempo, cualidades y paciencia, y el resultado es algo que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo”.
El arroz que se elige para el sake se pule y cuece, después se cultiva un moho koji y se añade una levadura. El proceso sigue muchas fases, y su resultado final es diferente en cada fabricante. Hasegawa Saketen vende unos 800 tipos de sake, y confía en la calidad de todos ellos.
Pero las ventas han descendido en todo el país. Hasegawa lo tomó como un reto. Se preguntó cómo podría potenciar el consumo consiguiendo que más gente, sobre todo joven, aprendiera a conocerlo y disfrutarlo. Su reacción fue abrir establecimientos en el gran complejo Omotesando Hills de Tokio y en el nuevo complejo GranSta bajo la estación de Tokio. Así captó la atención de las masas de jóvenes y creó nuevos lugares de moda en la metrópolis. Sus locales tienen barras con mucho estilo diseñadas para beber sake. “Quería abrir un local con mucha clase para beber sake”.
Las botellas se alinean en los mostradores, todas especialmente elegidas por este experto.