Reportaje EspecialAkihabara, el mercado electrónico de Japón
Kyosho Akihabara es un “café con circuitos para rajikon” que abrió Kyosho Corporation, uno de los grandes fabricantes de miniaturas. El café está en la planta B1 del edificio Akiba Tolim.
Hay minicoches y coches rajikon (teledirigidos) expuestos por todas partes, y en la parte de atrás está el circuito de carreras. Escoja el coche que le guste y a correr. Al lado del circuito hay una barra que sirve té, alcohol y otras bebidas.
“Queríamos un lugar atractivo para los aficionados. Vienen a divertirse, no sólo a comprar”, dice Udo Shoichi, el gerente.
Una vez los principiantes han aprendido lo básico, están listos para una emocionante carrera rajikon. El número de mujeres “conductoras inalámbricas” va en aumento.
El circuito es para un nuevo coche de carreras a escala 1:43, la misma que la del circuito, por lo que el efecto visual es bastante realista. “Todo está hecho en miniatura, claro, pero la intención es que el minicoche parezca real en el circuito de carreras”, dice Udo Shoichi, gerente de Kyosho Akihabara. Se puede alquilar un coche y ponerlo en el circuito (500 yenes 15 minutos).
Tsukumo Robot Kingdom abrió sus puertas en agosto de 2000 y desde entonces no dejan de entrar clientes. Fue la primera tienda especializada en robots que uno mismo puede construir. Tienen piezas y kits para construir robots de dos piernas.
Los kits solían costar varios cientos de miles de yenes, pero ahora los hay por menos de cien mil. Su funcionamiento también ha mejorado mucho. Corren, saltan, dan una voltereta e incluso golpean una pelota de fútbol. Puede probar las últimas novedades de movimiento de los robots en el pequeño campo de fútbol interior de la tienda.
“Recibimos cada vez más clientes que rondan los cincuenta y sesenta años, y por supuesto a aquellos que disfrutaban con los coches rajikon (teledirigidos) cuando eran jóvenes”, dice Arai Sadahiro, el gerente.