Sabor es una cafetería kissaten bien conocida del distrito Jimbocho de Tokio.

La cocina occidental y de otros lugares del mundo ha entrado a formar parte del gusto japonés, aunque las recetas se adaptan de acuerdo a sus preferencias, lo que produce algunos resultados muy interesantes. Por ejemplo, el kare raisu, arroz con curry; las korokke, croquetas; y la omuraisu, tortilla que envuelve un relleno de arroz frito sazonado. Ahora presentamos una mezcla occidental-japonesa que se llama espaguetis napolitan.

El distrito de Jinbocho está junto al corazón de Tokio. Encajado entre tiendas de libros antiguos hay un buen sitio para comer, Sabor. En él sirven el mismo tipo de platos ligeros que en una cafetería kissaten a una numerosa clientela de estudiantes y oficinistas que lo frecuentan a mediodía. Muchos piden “espaguetis napolitan”. Los espaguetis son más bien gruesos, y se hierven y luego se sofríen con jamón dulce, cebolla, pimiento verde y champiñones, todo troceado. El conjunto adquiere el bonito color del tomate. El local se inauguró en 1955, y desde el primer día este plato popular ha formado parte del menú. A veces llegan a pedirlo hasta doscientas personas al día.

La receta y los ingredientes dependen del cocinero, pero el ketchup es imprescindible. El cocinero de Sabor fríe los espaguetis con los otros ingredientes troceados y después los remueve en una salsa fuerte hecha con una mezcla de verduras hervidas, ketchup y puré de tomate. Justo antes de servirlos, les pone por encima un poco de tabasco y queso rallado. El tabasco, muy picante, y el queso, de sabor fuerte, animan el punto dulce de la espesa salsa que cubre la pasta.

Espaguetis blandos con ketchup... no son un plato típico italiano, podríamos decir. Y estaríamos en lo cierto. No es una receta de Nápoles sino de Yokohama, Japón.

Originalmente la idea se le ocurrió al cocinero de un hotel de Yokohama al terminar la segunda guerra mundial: freír los espaguetis, después de hervidos, con salsa de tomate y pedacitos de otras cosas como jamón dulce y pimientos verdes. El nombre del plato surgió de la creencia de que la salsa de tomate proviene de la ciudad italiana de Nápoles. Quizá se empezó a emplear el ketchup al pasar a restaurantes más populares. Es un plato bastante fácil de preparar y por eso se ha extendido a las cafeterías kissaten y a los hogares japoneses.

La cocina italiana genuina apareció en Japón a principios de los setenta, proporcionando a los japoneses la oportunidad de apreciarla. Sin embargo, la afición a los espaguetis napolitan no ha disminuido. Los adultos los siguen comiendo y los más jóvenes pueden elegirlos entre los diversos tipos de comidas preparadas de los supermercados, donde los venden en una caja de plástico lista para llevar. A todos les encanta su sabor a ketchup, que les abre el apetito y les recuerda otros momentos felices en que han disfrutado de este plato de pasta que nada tiene que ver con Nápoles.