Reportaje Especial“Japón, la tierra del oro”. ¿Es verdad la antigua leyenda?
Omote Masanori, artesano de maki-e
Los maki-e son “dibujos espolvoreados”, con polvo de oro que se rocía sobre laca para crear ilustraciones ornamentales. La técnica es exclusivamente japonesa.
Algunos de los productos lacados maki-e más famosos del país provienen de Kanazawa, Wajima y Yamanaka, tres lugares de la prefectura de Ishikawa. En esta página viajaremos al distrito de fuentes termales de Yamanaka, en la ciudad de Kaga, para investigar la técnica yamanaka-nuri.
Omote Masanori lleva haciendo maki-e medio siglo. Sus manos se mueven cuidadosamente, diseñando con precisión un esbozo en un recipiente lacado. Luego toma un tubo de bambú y espolvorea oro en la superficie aún húmeda. Utiliza partículas de tamaños diferentes para dar a sus ilustraciones un toque más sutil. “Primero espolvoreo las partículas más grandes y me aseguro de que no se amontonan. Después relleno los huecos con las pequeñas”.
Limpia el exceso de partículas con una brocha. El espolvoreado y la limpieza se suceden.
Cuando la laca se seca, se cubre todo el recipiente con una fina capa de laca negra, que se pone a secar durante más de una semana. Después viene el proceso togi-dashi: el bruñido de la laca con carbón para realzar la ilustración maki-e.
“Lo froto con carbón durante medio día, luego lo dejo secar un día y lo froto otra vez. La laca tarda en secarse, así que hay que esperar bastante”.
Después del frotado final el maki-e está terminado. Las flores brillan en contraste con la oscuridad del fondo lacado.
“Cuando el pedido está listo, me cuesta mucho desprenderme de él. Supongo que podría hacer dos copias cada vez y quedarme con una, pero no dispongo de tiempo…”
Toma en sus manos una de sus creaciones… Su mirada muestra que le va a ser difícil decirle adiós.