Japón por Dentro Iwami Ginzan
La mina de plata Iwami Ginzan y su entorno cultural fueron declarados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en julio de 2007.
Esta mina de plata, la más famosa del país, tuvo su época de esplendor desde principios del siglo XVI hasta finales del XVII, cuando proporcionaba más de la mitad de toda la producción de plata del país. Por entonces una tercera parte de la plata de los mercados del mundo provenía de Japón, por lo que Iwami Ginzan constituyó una presencia importante en las rutas comerciales de Asia y en la economía global.
La antigua mina se halla cerca del mar de Japón, en el centro de la línea costera de la prefectura de Shimane. Fui allí a principios de diciembre, poco después de la inauguración del Centro del Patrimonio de la Humanidad Iwami Ginzan. El lugar atrae a muchos turistas, así que decidí ir primero a conocer la mina.
La explotación de la mina de plata de Iwami Ginzan comenzó en 1527 con Kamiya Jutei, rico mercader de Acata, en la isla de Kyushu. La mina funcionó durante casi cuatrocientos años, hasta 1923. El proceso de refinado haifuki-ho se introdujo a partir de 1533, lo que incrementó la producción notablemente y aumentó la pureza de la plata hasta un 80%.
La plata se transportaba hasta los cercanos puertos de Tomogaura y Okidomari. Desde allí una gran parte se exportaba a China. Los veleros portugueses transportaban también a Europa una parte más pequeña junto con otras mercancías de Asia, lo que contribuyó a convertir a Portugal en una gran potencia comercial de Europa.
Los pozos abandonados de la mina están en un distrito que se llama Ginzan, y todo el poblado minero donde trabajaban los comerciantes y vivían los samurais está en el distrito contiguo de Omori. Todavía permanecen algunas de sus construcciones. Los dos distritos se extienden junto al río Ginzan durante unos 3 km. El tráfico está restringido porque las carreteras de Ginzan son estrechas; la mejor manera de llegar allí es por el camino peatonal o en autobús.
Fui en autobús al viejo pozo de Ryugenji en la parte más lejana de Ginzan. En el trayecto vi muchos pozos excavados en las faldas de la colina siguiendo las vetas de la plata. En total hay unos seiscientos por todo el lugar, lo que significa que ¡había muchas vetas de plata y mucha plata!
El pozo Ryugenji es el único abierto al público. Se puede acceder a los 160 primeros metros de los 273 m que tiene en total.
Adentro está oscuro, pero se pueden ver las muescas en la pared del pozo hechas por las piquetas hace mucho tiempo. Dejé volar la imaginación y los oí picando.
Todo se hacía a mano por parte de muchos trabajadores en diferentes grupos a los que se les asignaban tareas específicas: excavar, sacar el agua de los pozos, manejar el sistema de ventilación, transportar el mineral desde la mina… El trabajo debía de ser agotador. Durante la época del “Gran Movimiento de la Plata” hacia los inicios de la mina al principio del siglo XVII, el asentamiento minero estuvo constituido por una población entre 30.000 y 50.000 personas.
Superior: Antiguas técnicas de explotación representadas en un rollo de pintura (detalle; propiedad de Nakamura Toshiro).
Arriba: Artefacto histórico exhibido en el pozo de la mina Ryugenji.
Santuario Sahimeyama. El nombre del dios de la mina consagrado aquí es Kanayamahiko No Mikoto.