NIPPONIA No. 43 15 de diciembre, 2007
Reportaje Especial
Atraviese Japón en tren
Izquierda: La nieve que queda en las montañas Hida se derrite y forma arroyos claros. El aire es puro en estas altitudes. Principio del verano en la línea JR de Oito, quizá la mejor época para una visita.
Derecha Superior : La línea principal JR Nagasaki discurre paralela a la costa del mar de Ariake en el noroeste de Kyushu.
Derecha Inferior : Ferrocarriles Hakone Tozan de Hakone, una de las mejores regiones de Japón en balnearios termales. Algunos trazados son de los más empinados del país. Las hortensias florecen a los dos lados de la vía en junio y julio.
Izquierda: La línea principal JR Hohi avanza a través de algunos tramos del monte Aso, en el que hay un volcán activo. Los trenes se ven obligados a atravesar muchos túneles y puentes en esta línea.
Derecha: El puente Seto Ohashi, que está sobre un estrecho en el mar interior de Seto, es el puente colgante más largo del mundo, y tiene no sólo una carretera sino también una vía férrea. En el punto más alto el suelo está a 65 m sobre el nivel del mar.
Los vendedores de cajas de comida aún existen
“¡Bento! ¡Bento-o-o! ”. La cuerda que lleva por detrás del cuello soporta una gran cantidad de mercancía. Va caminando por el andén con cajas de comida preparada (bento) anunciándose a posibles clientes. Su voz trae a la mente el recuerdo de aquel grato pasado en que los vendedores ambulantes de cajas de almuerzo formaban parte del paisaje de las estaciones del país. Actualmente muchos trenes de larga distancia venden el bento a bordo, así que es casi un milagro que los vendedores ambulantes no hayan desaparecido completamente. Sin embargo, cuando el tren entra en la estación de Utsunomiya, de la línea principal de Tohoku en el norte de Tokio, los pasajeros experimentan sensaciones del pasado: esta es una de las pocas estaciones de Japón en la que todavía existe ese servicio.
“El bento de las estaciones de Japón comenzó aquí, en Utsunomiya. Voy a continuar vendiéndolo mientras las fuerzas me acompañen”, dice Sakamoto Hidehiro, de la empresa Matsu-no-ya. Lleva cincuenta años en este trabajo; ahora tiene 68. Los vendedores ambulantes comenzaron a ofrecer el bento en esta estación en 1885. Dice que cuando era joven llegó a vender 1.000 en un día, pero actualmente tiene suerte si vende 40 o 50. Los compradores a veces le sonríen y le dicen que esperan que él esté siempre allí cuando ellos pasan.
