Reportaje EspecialOrigami
Hacer un modelo diminuto de origami al miscropio requiere toda su concentración. Naito Akira dice que sólo lo hace los días que tiene mucha energía.
Todo comenzó durante un aburrido congreso. Fue hace varias décadas y él todavía estaba empleado en un empresa (ahora va a cumplir 85 años). Para distraerse tomó un trozo de papel de plata de un paquete de cigarrillos y empezó a hacer una grulla.
Naito Akira recuerda: “Fue entonces cuando me interesó el origami. Pronto estuve pensando en maneras diferentes de hacer una grulla. Y después me planteé otro reto: hacer la grulla más pequeña posible”.
En 1977 la asociación británica de origami celebró una competición para conseguir la grulla más pequeña del mundo. Naito inscribió su grulla y la hizo con un trozo de papel de 3,5 mm de lado. “Era, con mucho, la más pequeña, y ¡gané el primer premio!”.
De repente era el campeón mundial. Pero ¿por qué pararse ahí?
“Encontré más fácil de lo que pueda pensarse hacer una con un papel de 1 mm de lado. Pero hacia 1990 gente de una universidad de Niigata hizo una grulla del mismo tamaño. Y, como yo no quería ceder mi ‘título’ fui por una más pequeña”.
Se dio cuenta de que no se podía hacer con papel normal, así que empezó a utilizar una película de plástico. La película tenía sólo 4 micras de grueso (1 micra = 0,001 mm), por lo que necesitaba instrumentos especiales que él mismo fabricó de alambre y otros materiales, reduciéndolos a la forma y tamaño adecuados. Después empezó a trabajar con la película de plástico bajo un microscopio.
En poco tiempo batió de nuevo su propio récord: 0,8 mm de lado, y luego 0,7mm. En 1993 había reducido la grulla hasta 0,4 mm de lado. La siguiente marca, 0,3 mm, le costó más tiempo de lo que esperaba.
“¡Mi gran enemiga resultó ser la electricidad estática, que provocaba que la grulla despegara y desapareciera!”
Pero perseveró. Y al final, hace tres años, cuando él tenía 82, consiguió una grulla cuyo lado medía sólo 0,1 x 0,1 mm.
Japón fue el tema de la colección Dior de alta costura de primavera/verano 2007 en París. ¿Qué podría ser más imaginativo en la colección que este vestido? Inspirado en el origami, por supuesto.