Reportaje EspecialEl mundo de las cosas monas o kawaii
Un mundo chiflado donde los clientes son señores
La palabra ‘moe~’ fue galardonada con un premio importante a uno de los clichés que más atrajo la atención en 2005. Proviene de la jerga de los jóvenes frikis apasionados por el anime, los videojuegos y los ídolos del pop. La ocasión para decir ‘moe~’ es cuando uno se siente arrebatado por la euforia que le inspiran los personajes animados favoritos o los ídolos del pop.
Lo extraño es que un término iniciado por frikis terminó formando parte del vocabulario cotidiano. La razón es que esos frikis frecuentaban las cafeterías de sirvientas, que a su vez atraían mucho la atención del grueso de la sociedad.
Las camareras de las cafeterías de sirvientas van vestidas –claro– de sirvientas, criadas o doncellas. Dentro de la cafeteria estamos en un mundo diferente. Con sus cofias de volantes de encaje y sus delantales, estas “sirvientas” podrían haber salido de la Inglaterra del siglo XIX. A los clientes los tratan como a señores aristocráticos. La idea pudo surgir de los personajes de sirvientas de los videojuegos.
En algunas cafeterías, cuando entra un hombre, se le saluda con un “¡Bienvenido a casa, señor!”. Uno de ellos nos confía: “Verlas me produce un gran descanso, a mis ojos y a mi espíritu. Es como si no formaran parte del mundo de cada día. Se parecen más a lindas muñecas moviéndose aquí y allá”.
El Café Mai:lish de Akihabara fue pionero de esta moda, y allí es donde trabaja Alisa, una de las más famosas camareras-sirvientas del país. Siempre sonríe con dulzura y representa su papel con absoluta facilidad al hablar, gesticular o moverse. Tiene muchos fans por todo el país y sirve de inspiración para otras jóvenes que quieren un trabajo de este tipo.
“Me encanta el disfraz, me encanta la decoración, y disfruto de verdad al trabajar con otras camareras, ser agradable con nuestros invitados y ver cómo ellos disfrutan el ambiente con nosotras. Aquí hay cosas que hacen que la vida valga la pena. Para mí es un lugar especial, auténticamente kawaii (dulce, inocente)”.
Los clientes continúan llegando, entusiasmados con la emoción de vivir la experiencia ‘moe~’.