NIPPONIA No. 41 15 de Junio, 2007

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Vivir en Japón

Guitarrista virtuoso influido por las canciones y la música japonesa

Marty Friedman

Texto: Takahashi Hidemine
Fotos: Akagi Koichi

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Encima a la izquierda: Cerca de un estudio de grabación en Tokio.
Encima a la derecha: Dos álbumes lanzados en 2006:
Rock Fujiyama (arriba) fue producto de la colaboración con músicos de diferentes tipos; Loudspeaker (inferior) es una muestra alegre de la animada guitarra de Marty Friedman.

Marty Friedman era el guitarrista del mundialmente famoso grupo de rock Megadeth. Sus seguidores lo consideran una leyenda viva. Se fue a vivir a Japón en 2003, y su fama sigue aumentando como estrella del rock y como “ese extranjero fascinante” de la TV, incluso en programas educativos para aprender inglés.

“Japón me ha interesado desde mi adolescencia. La primera vez que escuché una enka1 japonesa en la radio quedé arrebatado. Pensé que era lo mejor de lo mejor”.

Friedman nació en Washington D.C., Estados Unidos, y creó su propio grupo de heavy metal cuando estudiaba secundaria.

“La mayoría de los guitarristas empiezan por estudiar jazz o rock progresivo, pero yo me inicié con la enka. Capté la pasión de las voces de sus cantantes, especialmente de Misora Hibari y Yashiro Aki.2 Lo más importante de la música es el sentimiento, y la enka está llena de ellos. Escuché con mucha atención las vibrantes notas kobushi3 por las que las enkas son famosas, las estudié y las probé en mi guitarra”. De hecho, su forma dinámica pero sensible de tocar está muy influida por la enka japonesa.

Después de familiarizarse con la enka, Friedman concibió aprender japonés por su cuenta. Hizo cursos por correspondencia y estudió en los libros de texto en momentos libres, incluso en sus desplazamientos en temporada de conciertos. Cuando fue de gira a Japón, insistió en ser entrevistado en japonés sin intérprete. “En aquellos tiempos apenas sabía decir nada en japonés, pero pensé que no aprendería si no me esforzaba en salir de aquella situación, sobre todo bajo presión”.

“Lo más interesante del japonés son los ideogramas o carácter chino kanji. Cuando los norteamericanos los vemos, nos parecen escritura de Marte. Todavía me siento raro al ser capaz de leer muchos ahora. ¡Recuerdo lo que me emocioné cuando aprendí a leer el primero! Cuando sientes eso, ¡estás enganchado de por vida!”.

Esta guitarra prácticamente explota en fragmentos de música influida por la instrumentación japonesa, el violín chino y el sitar indio.

También está muy interesado en el J-Pop (música pop japonesa),4 y dice que, en su opinión, cantantes como Aikawa Nanase, Amuro Namie y ZARD5 hacen muy buena música.

“En EE.UU. la mayoría de músicos de heavy metal sólo tocan ese tipo de música. Por otro lado, los cantantes japoneses amplían las posibilidades desde el rock duro al pop, al rhythm y al blues. Están a caballo de diferentes géneros, lo que me parece envidiable”.

Así pues, Friedman terminó estableciéndose en Japón y ahora trabaja conjuntamente con músicos japoneses para tocar en vivo y grabar álbumes. Se ha labrado una reputación como guitarra solista y ha producido un CD que se llama Rock Fujiyama, lanzado en 2006. También actuó como guitarrista en el espectacular programa de Nochevieja Kohaku Uta Gassen de la NHK-TV, que enfrentó a los mejores cantantes masculinos y femeninos de Japón.

“En lo que respecta a la música soy un perfeccionista. Espero mucho de mí mismo y de los demás, y sé que puedo confiar en los músicos japoneses de apoyo porque son serios y se esfuerzan al máximo. Saben leer música y están listos antes de la hora de los ensayos. Eso no sucedería en un grupo norteamericano de rock”, dice sonriendo.

Ahora Friedman vive en Shinjuku, uno de los grandes centros de Tokio. ¿Aficiones? “La comida picante. En mis días libres me gusta ir a los restaurantes y a los establecimientos de fideos ramen en busca de los platos más picantes de la carta”.

Su expresión favorita en japonés es de jerga: Sore, ii jan! (versión convencional: Sore wa ii ja nai ka!, que significa: “¡Vaya, me gusta!”). Si algo le gusta, es el primero en alabarlo. Con su mentalidad abierta y espíritu sensible, está seguro de que continuará ofreciendo a los amantes de la música su nuevo estilo sin fronteras.


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